“No hay que temer al Islam”

Larburu cree que “no está justificado” el miedo hacia la comunidad musulmana que hay en una europa que “no sabe diferenciar la religión de los radicales”

Diario de noticias de Gipuzkoa, , 09-11-2015

Con la experiencia que le otorga haber convivido durante cuatro décadas en territorio musulmán, el zumaiarra Mikel Larburu considera que “no está justificado” el miedo hacia el Islam que se respira en Europa. Para él, el problema está en que “no somos capaces de diferenciar la religión de los grupos radicales”. Asegura que en Euskadi “nos ponemos nerviosos al ver a musulmanes de primera o segunda generación entre nosotros, cuando hay que darles tiempo para que se integren aprendiendo euskera, estudiando en la universidad…”.

Destaca “las diferentes realidades” que se viven en Europa y dirige la mirada a Bélgica; y recuerda que, solo en Bruselas, hay 77 mezquitas. Sin embargo resalta la paradoja que supone el hecho de que, a pesar de la mejor integración de la comunidad musulmana en su sociedad, “comparando con el resto de países europeos, Bélgica, proporcionalmente, aporta el mayor número de yihadistas al Estado Islámico”.

A su entender, esa circunstancia obedece al hecho de que “en vez de formar imanes musulmanes belgas, estos llegan de países árabes mucho más tradicionales y con obediencia a sus países de origen; lo que propicia la creación de células yihadistas”.

La foto de las azores Mikel Larburu cree que la reunión mantenida en marzo de 2003 en las Azores, en la que los entonces máximos mandatarios de Estados Unidos (George W. Bush), Reino Unido (Tony Blair) y España (José María Aznar), lanzaron un ultimátum al Gobierno iraquí para que procediese a desarmarse “no tuvo una gran influencia en el surgimiento de los grupos yihadistas”.

En su opinión, “antes que la invasión de Irak ya había empezado la Guerra de Afganistán, por lo que para entonces la mecha ya estaba encendida”.

Además, cree que para entender la espiral de violencia en la que se han embarcado los grupos islamistas radicales hay que remontarse un siglo atrás, concretamente, “al año 1923, que es cuando se pone fin al Imperio Otomano y cuando Inglaterra hace el reparto de diferentes países como Siria, Irak, Líbano o Palestina”.

Todo ello, “sin olvidar la guerra entre las comunidades de chiíes y suníes, que viene prácticamente desde la fundación del Islam, o los intereses de Occidente por controlar diferentes países por su posicionamiento geográfico o por los recursos naturales”.

Por ello, aboga por “tender lazos para el entendimiento entre las diferentes comunidades religiosas” y por “hacer un esfuerzo para entender a los que profesan otra religión” porque “solo así aprenderemos a diferenciar al Islam de los radicales”. – Jabi Leon

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)