El cuadro de ansiedad de los asilados preocupa al Govern

Una antigua residencia de viudas del Ejército, en la Casa Bloc, con capacidad para 200 plazas, dará la primera acogida a los refugiados

La Vanguardia, DOMINGO MARCHENA Barcelona, 09-10-2015

La mayor preocupación de la Generalitat ante la próxima llegada de sirios y otros supervivientes de la barbarie –Afganistán, Iraq, Eritrea, Somalia– no son los problemas materiales, como explicaron fuentes del Govern ayer, el mismo día en que se realizó una visita guiada a la Casa Bloc de Sant Andreu. Una antigua residencia militar y 26 pisos de este edificio, construido entre 1932 y 1936, y declarado bien de interés cultural en 1992, albergará familias que entraron hace meses a Europa y que ahora están en Italia y Grecia.

El Govern, las entidades municipalistas, las cuatro diputaciones, la Cruz Roja y otras oenegés integran el comité catalán de acogida. Este organismo cree tener todos los flancos cubiertos, menos uno: las graves secuelas psicológicas de los recién llegados.

Àngel Miret, coordinador del comité, estudia impulsar una comisión para atender los síntomas que aparecen tras vivir en primera persona desastres naturales, guerras y otras calamidades, un cuadro de ansiedad conocido como estrés postraumático. De momento, ha iniciado conversaciones con psiquiatras expertos en este ámbito, el Col·legi de Metges y el Servei Català de la Salut.

De crearse, este grupo se sumaría a los cuatro ya existentes. Uno se encarga del censo de los recursos –materiales e inmateriales– que se pueden movilizar. Otro, de tareas como enseñar a comprar, a relacionarse con los vecinos y habituarse al nuevo entorno. El tercero, integrado por sindicatos y patronales, ayudará a buscar salidas laborales para los refugiados. Y, el cuarto, de la pedagogía y la sensibilización. A estos expertos, por ejemplo, les corresponderá explicar que las ayudas no irán en detrimento de la población local que también lo pasa mal.

Los primeros diagnósticos se efectuarán en la Casa Bloc, donde todo estará a punto a finales de noviembre, cuando habrá acabado la reforma de las cocinas y los baños. El edificio es del Incasòl, dependiente del departamento de Territori i Sostenibilitat. Sus 207 viviendas son de alquiler social, salvo algunas aún en manos de militares. Hasta julio, un ala del inmueble, de seis plantas, albergaba una residencia para viudas y huérfanas del Ejército. Esta zona –con capacidad para unas 200 personas, entre las 26 viviendas de las plantas superiores y las habitaciones del entresuelo y la primera planta– se destinará a la primera acogida de los refugiados, que permanecerán aquí entre una y dos semanas, hasta que se elija su destino definitivo.

La Generalitat no se ha pronunciado oficialmente sobre la idoneidad de la propuesta de la alcaldesa de Barcelona para que el edificio del Fòrum cumpliera esta función, aunque lo ha descartado. El edificio proyectado en Sant Andreu por el Grup d’Arquitectes i Tècnics Catalans per al Progrés de l’Arquitectura Contemporània (Gatcpac) será más que suficiente, sostiene el Govern. Pero si no fuera así, ya hay refuerzos: un inmueble de Manresa, con 90 habitaciones, de la obra social de Sant Joan de Déu, y el seminario de la Conreria.

Una visita guiada a la Casa Bloc, de la mano de trabajadoras del Incasòl, permitió ayer a un grupo de periodistas y al conseller Santi Vila recorrer los pasillos de “la ratonera”, como los militares llamaban a la residencia. La imaginería religiosa, como las reproducciones de El entierro del conde de Orgaz, los crucifijos y las estampitas religiosas abundan en la residencia, que todavía tiene muchos muebles de sus antiguas inquilinas, “las señoras residentes”, como rezan los carteles. En la biblioteca llaman la atención los libros de religión, sobre historia de España y una edición de Victus en francés (Actes sud).

España acogerá de momento una cifra de asilados aún indeterminada, pero insignificante en comparación con otros países europeos. “Y Catalunya está preparada, como prueba la Casa Bloc”, dijo ayer Àngel Miret, uno más de los miles de pasajeros afectados por el colapso del AVE. El coordinador del comité catalán de acogida, que debía ir a Lleida para reuniones de trabajo y coordinar la respuesta al drama, tuvo que improvisar y viajar en coche, en contra de lo que tenía previsto.

Leer más: http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20151009/54437120612/cuadro-ansiedad-asilados-preocupa-govern.html#ixzz3o3NFxMYW
Síguenos en: https://twitter.com/@LaVanguardia | http://facebook.com/LaVanguardia

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)