Merkel y Hollande piden unidad para reformar una política de asilo “obsoleta”

El presidente francés alerta de que una “guerra total” en Siria será una guerra que acabará por afectar a Europa

Deia, Silvia Martínez. Bruselas, 08-10-2015

La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés François Hollande son consientes de que el mayor reto al que se enfrenta la Unión Europea gira actualmente entorno a la masiva llegada de inmigrantes y refugiados que huyen de la inestabilidad en Oriente Próximo y de una guerra en Siria que, según el socialista francés, podría llegar hasta las mismas puertas de Europa. Ambos dirigentes comparecieron ayer ante el pleno del Parlamento Europeo para dejar constancia, en un gesto totalmente simbólico, de que el eje París – Berlín sigue caminando en la misma dirección, que el futuro pasa por seguir construyendo Europa y que de lo contrario será “el final del proyecto europeo”.

Ni Merkel ni Hollande consiguieron embelesar a los eurodiputados. Hubo, por supuesto, muchos aplausos. También abucheos procedentes de la bancada de extrema derecha y de los euroescépticos pero fueron, en general, dos intervenciones más bien planas, sin propuestas potentes frente a los desafíos a los que se enfrenta el viejo continente. Aún así, el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, definió la comparecencia de “fundamental” dado el momento crítico que, opina, atraviesa Europa. “En estas últimas décadas hemos aprendido que cuanto la cooperación franco – alemana no funciona toda Europa sufre. Siempre que Francia y Alemania se sientan a negociar se consiguen soluciones que benefician a todos los socios en su conjunto”, indicó el socialdemócrata alemán.

La última vez en que un presidente de Francia y un canciller de Alemania comparecieron mano a mano en el hemiciclo de Estrasburgo fue el 22 de noviembre de 1989, poco después de la caída del Muro de Berlín. En aquella ocasión fueron el socialista francés, François Miterrand, y conservador alemán, Helmut Kohl, quienes tuvieron el honor de protagonizar aquel momento histórico. “En aquella época soplaba un viento de libertad que derribaba muros y daba esperanza a las naciones. Miterrand y Kohl presentaron con el beneplácito de Delors (Jacques) los pilares de solidaridad para acoger a esas personas que no llamaban refugiados pero que pensaban Europa occidental podía acoger”, recordó François Hollande 26 años después.

avanzar en el proyecto europeo El tándem París – Berlín aprovechó su intervención para revitalizar la idea de que el proyecto que arrancó hace más de medio siglo para dejar atrás guerras y divisiones sigue vivo y para recordar que cualquier tentación de repliegue nacional es un error. “Si no vamos más lejos, no solo nos detendremos sino que además retrocederemos y será el final del proyecto europeo”, alertó Hollande. En la misma línea se pronunciaba Merkel. “Toda la UE tiene que asumir su responsabilidad. Necesitamos más Europa, más cohesión”, reivindicó durante un debate centrado en los refugiados.

“Europa tardó en entender que las tragedias en África y en Oriente Próximo tendría consecuencias para Europa. No supo medir la esperanza que suscita en esas personas ante el desarraigo que viven desde hace tanto tiempo, esa luz que representa para ellos. Europa no supo ayudar a esos países que estaban acogiendo a tantos refugiados en campos”, admitió entonando una especie de mea culpa y dando su apoyo a los planes diseñados por la Comisión Europea para ayudar a Italia y Grecia porque “no pueden estar solos ante esa responsabilidad”. También incidió en la necesidad de ayudar a los países de los Balcanes y a restaurar la maltrecha cooperación con Turquía porque “tenemos que ayudarla si queremos que nos ayude a nosotros. Si no lo hacemos los refugiados vendrán inexorablemente”, alertó.

Tanto Hollande como Merkel reconocieron que es necesario buscar fórmulas para “repartir” de forma más justa a los solicitantes de asilo entre los Estados miembros, reformar el espacio de libre circulación de Schengen y el actual régimen de asilo. “Tenemos que reforzar Schengen porque poner en cuestión la libre circulación de mercancías y personas volviendo a las fronteras interiores sería un error. Pretender que Schengen en su formato actual permite enfrentarnos a nuestros problemas es un error, alertó el dirigente francés. “Dublín se ha quedado obsoleto. La idea era buena pero no es viable vistos los retos que tenemos que asumir. Por eso pido un nuevo sistema de distribución de la carga”, defendió la alemana aludiendo al nuevo mecanismo permanente propuesto por Bruselas. A su juicio el fenómeno solo se podrá controlar arrancando “el mal de raíz”, solucionando las causas que provocan las huidas masivas. “Nos guste o no Europa no se puede abstener. Nadie se va de su país a la ligera, ni siquiera los que vienen por motivos económicos”, aseguró recalcando que los que no cumplan los requisitos no se podrán quedar en Europa.

También hubo muchas referencias a la inestabilidad política y a las guerras en países vecinos. En Ucrania pero sobre todo Siria. “Nos afecta a todos. Daesh y los yihadistas quieren atacar lo que representamos”, recordó Hollande reivindicando una solución para impedir que la guerra llegue hasta Europa. “Lo que ocurre en Siria afecta a Europa porque lo que se juega allí determinará durante mucho tiempo los equilibrios en la región, en toda la región de Oriente Medio. Si dejamos que los enfrentamientos religiosos sigan creciendo no estaremos protegidos. Será una guerra total, una guerra que también afectará a nuestro territorio. Debemos actuar”, dijo defendiendo el refuerzo de las políticas de seguridad y defensa.

ministros de interior Hoy serán los ministros de interior de la UE quienes volverá a hablar de refuerzo de fronteras y repatriación de inmigrantes irregulares en el marco de los planes de reubicación de refugiados pactados por los 28 hace una semana. Será durante un consejo de ministros que se celebra en Luxemburgo y en el que también abordarán cómo ayudar a los países de los Balcanes occidentales y cómo reforzar el papel de la agencia europea Frontex. A principios de semana su director ejecutivo, François Leggeri, reclamaba otros 775 agentes para gestionar la llegada de refugiados a Italia y Grecia. Personal para identificar y registrar posibles candidatos a solicitar el asilo y es que las últimas cifras de la agencia confirman que la oleada no cesa. Entre abril y junio de este año entraron en la Unión Europea 170.155 personas de forma ilegal lo que supone un incremento del 140% respecto al mismo período de 2014. Uno de cada cinco lo hicieron por la isla griega de Lesbos. El análisis muestra un importante repunte de las llegadas a través de la frontera con Turquía que se han visto incrementadas más de un 600% respecto al año pasado, principalmente hacia las islas de Chios, Kos y Lesbos.

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