donostia – Los tres jóvenes iraquíes de origen kurdo que huían del Estado Islámico y aparecieron escondidos en un camión en Hernani llevan dos noches sin regresar al albergue donde habían sido alojados por Cruz Roja en Donostia. Procedentes del Kurdistán iraquí, llegaron a Gipuzkoa la semana pasada “engañados” por las mafias, ya que su intención inicial era trasladarse al Reino Unido, donde tenían familiares. Sin embargo, fueron hallados en el interior de un camión frigorífico que paró en una estación de servicio de la AP – 8 en Hernani, en su trayecto a Mercamadrid.

Fuentes consultadas por este periódico confirmaron que los jóvenes, de entre 19 y 26 años, no volvieron el martes por la noche al albergue Abegi etxea, donde se les esperaba a las 20.00 horas. Ni tampoco lo hicieron ayer, por lo que se cree que han podido seguir su camino. Este centro de acogida social había sido el lugar escogido por las instituciones para que los tres jóvenes residieran hasta que se regularizara su situación. Actualmente, la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional les había abierto un expediente de expulsión, como se hace ante la llegada de inmigrantes ilegales, que ellos habían recurrido pidiendo una autorización de “protección internacional”.

Desde su accidentada llegada a Gipuzkoa – los tres tuvieron que ser atendidos en el Hospital Donostia porque presentaban síntomas de hipotermia – , Cruz Roja Gipuzkoa se había encargado de atender sus necesidades más básicas y de acompañarlos en las declaraciones que realizaron ante la Ertzaintza y la Policía Nacional. Consultados por este periódico, la ONG no hizo ayer ninguna declaración al respecto.

sin saber dónde estaban El pasado viernes, la responsable del Programa de Acogida e Inclusión Social de Cruz Roja, Kattalin Aranguren, reconoció ante los medios de comunicación que los iraquíes de origen kurdo “pensaban que iban a llegar a otro sitio”, por lo que les tuvieron “que explicar dónde está el País Vasco”. De hecho, en su declaración ante la Ertzaintza detallaron cómo durante aproximadamente un mes habían estado viajando, con la ayuda de unas mafias que les llegaron a cobrar hasta 9.000 euros a uno de ellos. Los tres partieron de Kirkuk, en el norte de Irak, para huir de los combates, pero no se conocían hasta que coincidieron en su periplo, que les llevó hasta Amberes. Se sospecha que allí se introdujeron en el camión frigorífico sin que lo supiera el conductor. Creían que este transporte les llevaría al Reino Unido, lugar donde tenían allegados que les podían haber ayudado cuando alcanzaran su destino.

Por lo tanto, el hecho de que lleven dos noches sin aparecer en el albergue municipal donde habían sido acogidos tras salir del hospital hace sospechar que hayan decidido intentar continuar con su viaje hacia el Reino Unido.

No obstante, cabe recordar que si quisieran pedir asilo, deberían haberlo hecho aquí, ya que están obligados a tramitar esa petición en el primer país en el que han quedado detenidos. Por el momento, los tres inmigrantes kurdos, que han estado continuamente asesorados legalmente, habían mostrado su intención de solicitar una solicitud de protección internacional subsidaria. Así se evitaría, en primer lugar, el proceso de expulsión iniciado por Extranjería. Pero también es verdad, como reconocieron desde Cruz Roja a los medios, que la comunicación estaba siendo complicada porque ninguno de los tres hablaba árabe, sino un dialecto kurdo.