Berlín celebra sus 25 años de vida en común

Alemania compara la crisis de refugiados con la reunificación

Considera que  es reto que ahora exige un proceso de integración que defienda los valores europeos

Deia, C. M. Sacristán / A. Íñiguez, 04-10-2015

fránkfurt/berlín – El presidente alemán, Joachim Gauck, comparó ayer la llegada de refugiados a Alemania con el reto que resultó en 1990 la unificación del país, reto que ahora exige un proceso de integración que defienda los valores europeos.

En su discurso en la ceremonia de celebración de los 25 años de Alemania unida, Gauck hizo hincapié en que la solución al problema de los refugiados es europea y en la necesidad de combatir las causas de la huida para frenar la llegada de refugiados.

Las últimas semanas, precisamente el trending topic en Alemania ha sido cómo gestionar la gran avalancha de refugiados, sobre todo sirios, que han llegado en poco tiempo al país. De tal forma que hasta el viernes 2 las primeras páginas de los periódicos abrían con esa cuestión, y no con la celebración que iba a tener ayer. De hecho, la postura firme de la Canciller Angela Merkel de “puertas abiertas” a los inmigrantes la ha convertido en objeto de críticas, a pie de calle y en los medios de comunicación. Tal y como informó DEIA el pasado domingo, numerosos alemanes llevan semanas mostrando su preocupación por qué pasará si Berlín admite a muchos más refugiados. El Die Welt hablaba el jueves de 200.000 llegadas en septiembre, y que la Policía Federal esperaba unas 160.000 más.

“No podremos mantener nuestra apertura actual si no nos decidimos todos a una seguridad mejor de las fronteras exteriores europeas”, dijo ayer Gauck en alusión a la necesidad de dirigir las llegadas. Asimismo el presidente señaló que las posibilidades de Alemania de ayudar “son limitadas”. “Como en 1990 nos espera a todos un reto, que ocupará a generaciones, pero a diferencia con entonces debe crecer junto algo que no estaba unido hasta ahora”, dijo en referencia a los valores europeos.

unión lenta Las imágenes de refugiados actuales tienen similitud a las del éxodo de los ciudadanos de Alemania del Este hacia el Oeste en 1989 y tras la caída del Muro de Berlín. El Museo de la Historia de los Alemanes berlinés tiene dedicada una exposición específica a la Unidad (Einheit), en la que se puede comprobar en qué consistió la división para los germanos. Una foto de una pareja que corre, libre, por la calle, vestidos de novios. Separados por el Muro, lograron casarse en 1990.

Esa fotografía de Thomas Räse es un ejemplo gráfico de lo que supuso la división de Alemania, durante tres décadas: había alemanes del Oeste que conocían a más franceses u holandeses que alemanes orientales. Eran dos mundos distintos, y como tales, al iniciarse la reunificación en 1990, el trabajo resultó arduo.

Así lo verificó hace unos días la Comisionada para los Nuevos Estados Federales, Iris Gleicke: “El establecimiento de las condiciones de vida equiparadas se logra en gran medida, pero todavía hay zonas para ponerse al día”. Gleicke indicó que “es un logro excepcional de nuestro país, desde el Oriente y el Oeste por igual, dominados por los cambios profundos, para sentar nuevas bases. Es admirable cómo la gente en Alemania Oriental ha abordado las dificultades de esta transformación, como el desempleo masivo y la emigración”.

La parte Oriental todavía estaría “a la zaga” de la Occidental, de modo que aún queda un tiempo para homogeneizar el país, admite la Comisionada, y otros alemanes consultados.

Ayer, el presidente recordó cómo, antes de la división, “Alemania del Este y del Oeste tenían la misma lengua, miraban hacia atrás a la misma cultura y la misma historia”, mientras que ahora hay grandes distancias que superar en una nación que se ha convertido en un país de inmigrantes, al que pertenecen personas de diferentes religiones, color de piel y culturas, añadió Glauck.

El mandatario defendió la necesidad de que los inmigrantes acepten los valores europeos en el proceso de integración en Alemania, valores que como la libertad, los derechos humanos, el estado de derecho y la democracia tenían gran atractivo en la extinta RDA y en otros países del bloque soviético.

La canciller Merkel también asistió a este acto en Fránkfurt de conmemoración de los 25 años de la Unificación de Alemania. Merkel, hija de un pastor protestante, creció en el este de Alemania porque su padre fue trasladado allí.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean – Claude Juncker, celebró ayer el 25 aniversario y destacó que este hecho enseña lo que puede llegarse a hacer si se superan los muros y restricciones nacionales. “Las imágenes del día de la reunificación nos recuerdan lo que podemos lograr si actuamos y pensamos más allá de las fronteras en los mapas y en nuestras mentes”, afirmó Juncker en Twitter.

Hesse ha preparado entre 400 y 500 actos y actividades para celebrar el Día de la Unidad Alemana (Tag der Deutschen Einheit), fiesta nacional en Alemania. Este año, el epicentro ha tenido lugar en Fránkfurt, pero la Puerta de Brandenburgo acogió ayer un festival conmemorativo. Cantantes que ocuparon las listas de discos más vendidos a finales de los 80, como Jimmy Somerville, Nik Kershaw o Howard Jones, actuaron en Fránkfurt. En el Museo de la Historia de los Alemanes se recogen esas visiones de la época tecno, que ya larvaba la explosión de libertad.

Un espectáculo de luces iluminó por la noche 25 puentes, uno por cada año de la unificación.

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