Varios centenares de refugiados procedentes de países de Oriente Medio se han concentrado en el lado croata de un paso fronterizo con Eslovenia, donde demandan que les dejen pasar ya que varias decenas de policías antidisturbios eslovenos les cortan el paso.

Los concentrados corean “Libertad” o “dejadnos pasar” en el cruce fronterizo de Harmica Bregana, sobre el río Sutla, en el este del país.

La mayoría de los refugiados allí reunidos pretenden cruzar este país para seguir camino de Alemana o Suecia, pero las autoridades eslovenas no les permiten pasar a menos que soliciten asilo en esta república.

Un agente esloveno explicó a Efe que estaban desplegados “para proteger Schengen”, en referencia al área de libre circulación establecida entre 26 estados europeos.

Hasta el momento no se han producido incidentes de ningún tipo, y Efe pudo comprobar como algunos refugiados lograron pasar hacia Eslovenia por zonas fronterizas cercanas.

Algunos refugiados han indicado a Efe que tratarán de cruzar la frontera eslovena por la noche.

Croacia se declaró hoy desbordada por la masiva llegada y envió en autobuses y trenes a cientos de refugiados a la frontera húngara, desde donde podrían seguir camino a Austria.

Con la llegada de unos 17.000 refugiados en apenas 72 horas, el primer ministro croata, Zoran Milanovic, declaró que su país de 4,2 millones de habitantes ya no podía hacer frente a la situación y habló de un “plan B”, que ha consistido en mandarlos a la vecina Hungría para que desde allí puedan tratar de alcanzar Austria.

Milanovic indicó que Croacia estaba al límite de sus posibilidades y ya no podía registrar a más gente aplicando las normas de la Unión Europea (UE) sobre asilo.

“A partir de hoy empezaremos a aplicar otros métodos, ya no podemos aceptar ese peso mientras los otros miran para otro lado”, manifestó el líder socialdemócrata croata.