Cerca de 5.000 refugiados se agolpan en la estación de Tovarnik, una ciudad croata cerca de la frontera de Serbia, con la esperanza de poder tomar un tren que les transporte a Zagreb, la capital del país, según ha declarado un portavoz de ACNUR Jan Kapic.

“Hay entre 4.000 y 5.000 personas aquí. Los trenes legan pero no pueden trasladar a toda esta gente”, ha explicado. La mayoría de esos refugiados llegaron la noche del miércoles.

El flujo de refugiados se ha desplazado de la frontera de Hungría a la de Croacia después de que el Gobierno de Budapest blindara su frontera.

En la estación, un puñado de voluntarios de la Cruz Roja atiende a los refugiados, distribuyendo comida, con prioridad para los niños y bebés.