Gipuzkoa clama asilo para los refugiados sirios

Unas 300 personas se manifestaron ayer en Donostia para exigir la implicación de las instituciones y pedir la regularización de los inmigrantesUn centenar de hogare se han ofrecido ya como familias de acogida en Gipuzkoa

Diario de noticias de Gipuzkoa, Iraitz Astarloa Javi Colmenero, 15-09-2015

donostia – La imagen del pequeño Aylan sin vida en una playa de la costa turca continúa golpeando la conciencia de centenares de guipuzcoanos que ayer salieron a la calle para pedir a las instituciones que se impliquen en la resolución del conflicto en Siria y den la adecuada acogida a los miles de refugiados que han llegado a Europa. Así, unas 300 personas participaron en Donostia en la manifestación convocada por la Plataforma de entidades sociales de Gipuzkoa por la Acogida, que partió a las 19.00 horas de la plaza del Buen Pastor y recorrió diversas calles del centro de la capital guipuzcoana hasta llegar a la sede de la Subdelegación del Gobierno en el barrio de Amara, donde hicieron entrega de un manifiesto en el que exigen que se respeten los “convenios internacionales que obligan a la UE a conceder asilo a quienes cumplen con los requisitos para ello”.

En un comunicado leído antes de comenzar la marcha, los organizadores de la manifestación recordaron que los países europeos tienen la obligación de asegurar “el transporte hasta la UE”, así como “el libre tránsito por la misma” a los centenares de miles de personas que “buscan asilo o mejores condiciones de vida”.

Asimismo, demandaron “proceder a la regularización de las personas inmigrantes que se encuentran en la UE en situación irregular”, ya que, a su juicio “está más que demostrada la falsedad de la pretendida teoría del efecto llamada. Las personas seguirán viniendo aunque se les cierren todas las puertas”.

Finalmente, exigieron a los países que conforman la UE que asuman las “graves responsabilidades políticas que la unión tienen en el origen de buena parte de los conflictos que están provocando, en África y Oriente Medio, un éxodo masivo de sus nacionales”.

“En una Unión Europea con 500 millones de habitantes, es perfectamente viable la acogida de las personas que, en estos momentos, lo están demandando. Siempre que en ello se impliquen todos los países e instituciones y a todos los niveles”, concluyeron, al tiempo que reclamaron “poner en valor” los recursos del voluntariado que permitan “una implicación activa” de las “miles de personas dispuestas a involucrarse en este apasionante reto solidario”.

un gobierno “desbordado” Así lo reiteró el representante de SOS Racismo en Gipuzkoa, Peio Aierbe, quien lamentó que, en situaciones de crisis humanitaria como la actual, “la ciudadanía va mucho más rápida que las instituciones”. “El ejemplo más evidente es el Gobierno español, que ha tenido que modificar una postura cicatera que tenía ante la acogida de unos pocos miles de personas. Se ha visto desbordado, por un lado, por las instituciones locales y, por otro, por ese movimiento tan masivo y solidario de la ciudadanía que ha mostrado que, si el Gobierno no quería perder comba, necesitaba acompañar ese movimiento”, reflexionó.

A juicio de Aierbe, la situación que está viviendo Europa actualmente debe servir para “entender por qué está pasando esto y qué medidas habría que adoptar”. “Nos parece muy importante aprovechar este momento para ir un poco más allá de la disposición solidaria y poder tener una idea más precisa de cuáles son las causas y, por lo tanto, las medidas que deberíamos exigir a los gobiernos”, explicó. De esta forma, el objetivo final sería el de “exigir a los que esta manifestación de solidaridad y acogida llegue a concretarse en medidas reales y no que los gobiernos se vean exentos de tener que adoptar medidas cuando, obviamente, se acabe esta ola de solidaridad”, sentenció.

Por otro lado, la Diputación de Gipuzkoa informó ayer de que ya son un centenar las familias guipuzcoanas que han mostrado su disposición a acoger refugiados.

Las hermanas Altuna consideraron ayer que no podían faltar a la convocatoria de la Plataforma de Gipuzkoa por la Acogida. “Hay que hacer algo porque parece que los de arriba no están dispuestos a hacerlo. Nosotros también fuimos refugiados, pero por lo visto, se nos ha olvidado”, lamentaron.

“La situación es grave y hay que actuar”, reclamaron estos dos jóvenes que alertaban de que la acogida no consiste solo ceder nuestras casas. “Hay que dar una educación a los niños, formación profesional a los padres… Tienen que continuar su vida, no estar en casa ajena unos meses”, consideraron.

“Hay que tomar medidas e invertir mucho dinero. La guerra en Siria lleva mucho tiempo y hay que pararla ya, porque lo que quieren cortar bien que lo hacen”, reclamó a los gobiernos.

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