Mundo trágico

Deia, Antxon Villaverde Correo electrónico, 14-09-2015

No sabemos por dónde empezar a analizar las tragedias que vienen ocurriendo en este mundo, porque escuchar las noticias que permanentemente nos dan, en prensa, radio y TV – sobre todo en estas – son verdaderamente trágicas, menos mal que al final de los telediarios nos dicen los goles que metieron Ronaldo y Messi, y parece que reaccionamos un poco a mejor.

Por ceñirnos a lo que nos toca más de cerca, la inmigración masiva desde el continente africano, es increíble, que todavía no se hayan tomado medidas urgentes, en esas ¡CUMBRES! como denominan nuestros políticos, a esas reuniones que celebran de alto nivel, y que nos preguntamos ¿de qué nivel son?, si no resuelven nada. En mi modesta opinión, habría que empezar, por erradicar a esas mafias que embarcan hacia la muerte a tantos y tantos, que vienen en busca de un mundo mejor.

Otra medida urgente sería, enviarles maquinaria agrícola, enseñarles a cultivar la tierra, con profesionales bien pagados, peritos agrónomos, agricultores, hoy muchos de ellos en paro, donde en un país donde hay agua abundante y un sol de justicia, se obtendrían grandes cosechas. Construirles unas viviendas dignas, y poner coto a esos jefes de gobiernos, multimillonarios, donde de alguno de ellos, hace unos años se dijo que era caníbal, llegándose a comer a uno de sus ministros, por contradecirle.

Podemos cerrar los ojos a las cosas que no queremos ver, pero no podemos cerrar nuestros corazones a las cosas que no queremos sentir. Se dice que el pesimista se queja del viento. El optimista espera a que cambie y el realista ajusta las velas. Que nuestros políticos ajusten las velas y que parte de los presupuestos para fines bélicos sirvan para ir en ayuda de esas pobres gentes, porque la gran tragedia de la vida no es la muerte, la gran tragedia de la vida es lo que dejamos morir en nuestro interior mientras estamos vivos.

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