El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García – Margallo, ha declarado este jueves que España está “perfectamente dispuesta a asumir la cuota que le corresponda en el esfuerzo” para afrontar la crisis migratoria que está golpeando las conciencias de Europa, pero no ha querido concretar, ni siquiera de manera aproximada, cuántos de los 120.000 nuevos refugiados que la Comisión Europea propone repartir entre los socios acogería.

Margallo se ha remitido a las declaraciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el pasado martes en Berlín, donde abrió la puerta a aumentar la cifra de 2.739 refugiados (1.300 de los que ya están Grecia e Italia y el resto desde los países de origen) aceptada hasta ahora por España. “Nosotros queremos ayudar, es una obligación moral, pero vamos a ver cuál es la fórmula, vamos a ver el dibujo completo”, ha dicho el jefe de la diplomacia española, quien tampoco ha concretado si aceptaría pasar del actual reparto voluntario a una fórmula obligatoria.

Margallo no ha querido concretar más alegando que la necesidad de diseñar una política común de asilo e inmigración será “el tema central” de la reunión informal que mantendrá mañana en Luxemburgo con sus homólogos de la UE. Tras reclamar un enfoque global, que aborde la raíz de los problemas (conflictos bélicos y pobreza), en cooperación con los países de origen y tránsito de los emigrantes, ha dicho que solo “al final del proceso” debe situarse el reparto de cuotas, pues “llenar España de refugiados no soluciona nada” y nuestro país ha hecho ya un “enorme esfuerzo” para “integrar a los inmigrantes en condiciones de dignidad”.

El ministro ha rechazado que la actual crisis sea un problema alemán, como sostiene el primer ministro húngaro, Víctor Orban, y ha insistido en que se trata del “gran problema del siglo XXI, un problema europeo y mundial”, por lo que ha anunciado que “probablemente” España lo planteará en el Consejo de Seguridad de la ONU, del que forma parte en el bienio 2015 – 2016.