Editorial de diario de noticias

La indolencia de Europa

Egoísmo, toma de decisiones improvisadas y disputas entre los estados miembros. El ministro de Exteriores italiano ha definido con claridad la vergonzosa respuesta de la UE ante la crisis de inmigración

Diario de Noticias, , 25-08-2015

“Europa corre el riesgo de mostrar lo peor de ella misma en materia de inmigración: egoísmo, toma de decisiones improvisadas y disputas entre los estados miembros”. No es la advertencia de ningún organización humanitaria. Es la sentencia del ministro italiano de Exteriores, Paolo Gentiloni. En solo 24 horas, la Guardia Costera italiana ha rescatado este fin de semana a 4.400 personas en 22 embarcaciones a la deriva frente a las costas libias. Escenas que se viven en el Mediterráneo mientras en la frontera entre Grecia y Macedonia unos 1.500 refugiados sirios que ya completaron esa penosa travesía alcanzando suelo griego a través de la isla de Kos lograron entrar en Macedonia, después de que las autoridades reabrieran el paso, en busca de ese tristemente famoso tren que les lleve hasta Serbia. En apenas 24 horas, entre 6.000 y 8.000 refugiados ha llegado a la localidad serbia de Presevo, fronteriza con Macedonia. “La gran mayoría de los refugiados tiene la intención solo de transitar por Serbia. Su destino es Alemania y Suecia, sobre todo”, explica el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). A partir de ahí, en Hungría el Gobierno espera que a final de mes esté terminada la valla de 4 metros de altura que se extenderá a lo largo de los 175 kilómetros de frontera con Serbia, por donde se cree que entran a diario unas 1.500 personas. Una fotografía ante la que Gentiloni hacía un análisis sin duda acertado: “¿Podemos imaginar una Unión sin Schengen? ¿Una vuelta a las antiguas fronteras? Los inmigrantes no llegan a Grecia ni a Italia ni a Hungría, sino a Europa. Por este motivo, las normas de acogida deber ser europeizadas”. Un guante que recogió el vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel: “Creo que este es el desafío más grande de Europa, incluso más que Grecia y la crisis financiera”. “Europa está de alguna manera en un sueño profundo y permanece en modo de vacaciones”. Un sueño profundo que avergüenza a todo un continente, unas vacaciones recurrentes, igual que ocurrió con crisis anteriores que atañeron a España, como la de los cayucos o la de las vallas de Melilla y Ceuta. Una indolencia ante una crisis humanitaria de primer orden en el salón de casa ante la que la UE está demostrando que no va más allá de las cuentas de resultados. “Somos sirios, somos personas, pero nos tratan como animales”, esa es la acusación ante la desidia.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)