Timisoara – Un tribunal rumano dictó ayer extraditar a Sergio Morate para que sea juzgado en España como presunto autor el doble crimen de las jóvenes de Cuenca, una sentencia que el acusado aún puede recurrir a la Corte Suprema del país balcánico.

“He emitido la petición de extradición del acusado y la entrega de sus bienes a España”, anunció el juez Flavius Ionescu de la Corte de Apelación de Timisoara, en el oeste de Rumanía, tras escuchar las alegaciones de la abogada defensora, Claudia Candea. Casi tres horas antes, con semblante tranquilo y su camiseta con un puma en el pecho, Morate reafirmó su inocencia frente a las acusaciones de asesinato y el miedo por su vida en caso de que regrese a España.

“Mantengo lo mismo que la vez pasada (de la primera vista el 14 de agosto) y no hago declaraciones”, señaló Morate al magistrado. El acusado de 29 años argumentó ante el juez que “no tendrá un proceso justo (en España) por la mediatización del caso” y por el hecho de que “todos ya lo consideran culpable” del doble asesinato, precisó Claudia Candea.

“La euroorden de extradición no se justifica porque no existen pruebas de que Morate haya asesinado a las dos jóvenes”, prosiguió la letrada, que actúa de oficio.

Candea y Morate se reunirán hoy en la comisaría de Timisoara, donde el joven español permanece en arresto preventivo, para decidir si presenta un recurso que deberá enviado por escrito hasta cinco días después del fallo del dictamen, o sea, antes del sábado próximo.

“muy tranquilo” En declaraciones a Europa Press, la fiscala del caso, Violeta Filip, dijo que durante la vista Morate se había mostrado “muy tranquilo” y había hablado muy poco, apenas un par de veces y en español, para declararse inocente y para decir que “teme por su vida” en España.

Si la Corte Suprema confirma la sentencia inicial, la policía española tendrá hasta diez días de plazo para trasladarlo al Estado español.

En caso de que Morate opte por presentar un recurso, el asunto pasará a la Alta Corte de Casación y Justicia en Bucarest, que dispondrá de tres días para ratificar la decisión del juez de Timisoara.

Durante la audiencia de ayer, que duró cerca de media hora, el acusado accedió a que se entregaran a la Justicia española sus bienes personales encontrados en el apartamento donde lo detuvieron en Lugoj (a unos 50 kilómetros de Timisoara) el pasado día 13.

Al mismo tiempo, Morate dejará que la policía científica investigue su tarjeta del teléfono móvil y el Seat Ibiza verde, con el que se trasladó hasta Rumanía, como muestra de colaboración en la resolución de la investigación. En cuanto a proceder al análisis del coche, las autoridades judiciales españolas mantuvieron ayer su silencio sobre el caso por tratarse de una investigación bajo secreto de sumario.

Mientras tanto, la policía rumana señaló ayer que desconoce si se desplazará desde España un equipo de la policía científica o si al final se optará por enviar el vehículo para que sea estudiado en instalaciones policiales del Estado español.

investigar el coche Fuentes de la investigación informaron de que el coche de Morate tenía las placas de matrícula quitadas cuando fue detenido el pasado 13 de agosto en la localidad de Lugoj. Los investigadores sospechan que con ello Morate trataba de dificultar su identificación, pero las autoridades rumanas dieron con él gracias a la descripción remitida por la Policía Nacional del vehículo Seat Ibiza de color verde.

Especialistas de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional llegaron el pasado jueves a Timisoara y Lugoj para seguir de cerca la investigación que está llevando a cabo la policía rumana.

El supuesto autor del crimen de Cuenca fue detenido Lugoj, una localidad rumana de casi 50.000 habitantes, por una orden europea de arresto dictada por la Justicia española. Se sospecha que el presunto asesino salió del Estado español por la frontera de Portbou, en Girona, con su propio coche el mismo día en el que desaparecieron Laura y Marina y supuestamente las asesinó.