Gevgelija – Como continuación de las rutas de emigración entre Asia, África y Oriente Medio y Europa decenas de miles de personas atraviesan cada mes la frontera greco – macedonia con la esperanza de llegar a la Unión Europea.

La presión migratoria que sufre Macedonia es incluso mayor que la que afecta al Mediterráneo – en España e Italia – , pero es menos mediática. A través de la frontera del país balcánico con Grecia, los que huyen de Siria, Eritrea, Afganistán, Irak, Mali o Costa de Marfil intentan alcanzar una vida mejor lejos de la guerra y como Grecia ya no es capaz de soportar la presión migratoria, la mayoría de las veces, los inmigrantes continúan su camino a través de Macedonia y Serbia, hacia Hungría. Así, cuando logran entrar en la zona Schengen, les resulta más fácil llegar a Alemania, Bélgica o Suecia.

Pero, antes de llegar a esos países, emigrantes y refugiados deben atravesar Macedonia, una de las etapas más peligrosas de su camino, como señala un reciente informe de Amnistía Internacional y las organizaciones humanitarias locales.

La Policía de Macedonia solo permite entrar a un número limitado de personas por día, según informan las ONG sobre el terreno, dejando a miles de inmigrantes agolpados en la zona fronteriza, a veces durante semanas, en malas condiciones y con temperaturas extremas. – N.G.