Segunda noche de disturbios en el aniversario del ‘caso Brown’ en Ferguson

El País, JOAN FAUS, Washington, 12-08-2015

Ferguson vivió el lunes su segunda noche de choques entre manifestantes y policías. Los agentes detuvieron a 22 personas en ese distrito de San Luis (Misuri) por cortar la avenida principal de las protestas o lanzar objetos a los guardias. Los manifestantes conmemoran el primer aniversario de la muerte de Michael Brown —un joven negro que iba desarmado— por disparos, en circunstancias confusas, de un policía blanco, al que la justicia exoneró al considerar que actuó en defensa propia.
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Protesta contra la policía en Ferguson, este lunes.
A diferencia de la noche anterior, no hubo ni civiles ni agentes heridos, disparos o ataques a comercios, según explicó la policía del condado de San Luis, que asumió la supervisión de las protestas tras declarar el estado de emergencia. La policía empleó gas pimienta contra un grupo de manifestantes, pero no lanzó gas lacrimógeno ni pelotas de goma como hace un año.
El lunes, durante la mañana, también se produjeron manifestaciones contra la violencia policial. Durante una de esas protestas frente a un juzgado federal en San Luis, las autoridades detuvieron a 57 personas, incluido un conocido activista de derechos civiles, por actos de desobediencia civil. Unas horas más tarde, 63 personas fueron arrestadas por cortar una autopista, también en San Luis.
El joven negro herido de bala por la policía la noche del domingo, tras los disturbios que siguieron a la manifestación pacífica que conmemoró la muerte de Brown, sigue en estado crítico. Las autoridades esgrimen que Tyrone Harris, de 18 años, abrió fuego contra cuatro agentes de paisano y que estos respondieron. Los policías aducen que se acercaron a ese lugar porque dos grupos estaban intercambiando disparos. Sin embargo, el padre de Harris —que era amigo de Brown— alega que estaba desarmado y huía de la disputa entre esos grupos. El hecho de que los agentes fueran de paisano y sin cámaras de vídeo ha enfurecido a los activistas. La escasa transparencia en el caso Brown alimentó las protestas de hace un año.
Su muerte, el 9 de agosto de 2014, desató una ola de indignación en Ferguson al simbolizar un patrón de abusos policiales con la comunidad afroamericana, que posteriormente confirmó una investigación federal. Y en todo Estados Unidos propició un debate sobre las prácticas policiales y el trato a los negros, que se ha afianzado en el último año con casos similares en el país.
Termómetro social
El primer aniversario de la muerte de Brown constituye un termómetro para los manifestantes y las autoridades en Ferguson. Sirve para medir la capacidad de los primeros de canalizar pacíficamente su frustración y aislar a sus elementos más radicales; también para determinar la eficacia de las protestas a favor de los derechos de los afroamericanos y en contra de los excesos policiales.
Para los cuerpos policiales y el Ayuntamiento de Ferguson, el aniversario es una prueba para demostrar que, un año después, han mejorado su relación con la comunidad afroamericana y actúan de un modo más conciliador. La experiencia del último año indica que las protestas —en agosto tras la muerte de Brown y en noviembre tras la exoneración del agente que lo mató— tienden a amainar cuando la policía evita un despliegue beligerante que provoque a los manifestantes.

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