Un político alemán acoge a refugiados eritreos

El Mundo, PABLO LÓPEZ BARBERO BERLÍN ESPECIAL PARA EL MUNDO, 05-08-2015

Mientras Martin Patzelt atendía por teléfono a EL MUNDO, dos refugiados eritreos descansaban en el jardín de su casa, en un pueblo a 70 kilómetros de Berlín, después de una jornada de clases de alemán intensivas. «El día a día transcurre como una familia normal que tiene hijos mayores», afirma Platzelt, que afirma estar desbordado por el revuelo que ha causado su historia estos días en la prensa alemana.

No es de extrañar, pues el suyo es un caso excepcional en medio del intenso debate migratorio que divide Alemania. Este político conservador, diputado del Bundestag por la CDU, el partido de Merkel, acoge desde hace un mes a Haben, de 19 años, y Awet de 24, dos inmigrantes que salieron de Eritrea huyendo del conflicto que asola su país. Lo hace «por humanidad» y porque sentía que debía hacer algo por la vida de estas personas «que tienen nombres y apellidos».

Siguen viviendo en su casa y lo harán «hasta que tengan un trabajo y la posibilidad de ganarse la vida de forma independiente», afirma sin tapujos. Su posición no es la habitual en su partido y lo asume, pero no se considera una oveja negra: «En los últimos años se ha producido una evolución en el seno de la CDU sobre la cuestión de los refugiados. Ahora hemos abierto el debate sobre una nueva ley de asilo y hemos planteado que tras seis años de integración el inmigrante pueda quedarse en Alemania», subraya Patzelt.

UN VIEJO PROBLEMA

Este político es además el ex alcalde de Fráncfort Oder, una pequeña ciudad en la frontera con Polonia situada en el estado de Brandeburgo, uno de los más azotados por la violencia racista. Pese a este hándicap, aborda el debate migratorio con naturalidad: «Los alemanes siempre nos hemos relacionado sin problemas con personas extranjeras. Este problema de la inmigración no es nuevo, solo que ahora se ha recrudecido, y más que lo hará próximamente. Debemos contar con ello», augura.

Tras un breve periodo de adaptación, considera importante que sus huéspedes encuentren una ocupación, y por ello su padre adoptivo se ha esmerado en reactivar sus contactos en la ciudad. Con éxito, pues la semana próxima Haben y Awet comenzarán un periodo de prácticas en un supermercado.

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