Madre salvadoreña trata de evitar deportación refugiada en iglesia de EE.UU.

El Día, , 05-08-2015

Atlanta (EE.UU.), EFE Una salvadoreña embarazada trata de evitar su deportación al refugiarse en una iglesia en Georgia (EE.UU.) junto con sus dos hijos después de cortarse el brazalete electrónico que las autoridades migratorias le habían colocado.

Claudia Jurado, de 27 años, tenía de plazo hasta el pasado viernes para abandonar Estados Unidos, pero prefirió pedir refugio en la Iglesia de Nuestra Señora de las Américas, en la ciudad de Lilburn, en Georgia.

“Lo hice porque (…) como madre pensé en mis hijos y en lo que volver a mi país significa. Es duro andar así y tomar esta decisión pero Dios nunca desampara a nadie”, dijo a Efe.

Jurado señaló que si fuera forzada a regresar El Salvador su vida y la de sus hijos correría peligro, y que por ello piensa permanecer refugiada en el templo todo el tiempo que sea necesario.

“Allá está todo muy feo con las maras y la delincuencia (…), tengo más miedo de regresar y que me hagan algo. Yo pienso que si regreso voy a durar muy poco”, declaró Jurado, que permanece refugiada desde el fin de semana con sus hijos de 1 y 4 años.

La inmigrante abandonó en diciembre pasado su país junto con su esposo tras ser amenazados de muerte por pandilleros si no pagaban extorsiones.

Jurado fue detenida ese mes con su esposo e hijos cuando entraba de forma ilegal en Estados Unidos por la frontera, y aunque las autoridades los dejaron pasar abrieron un proceso de deportación contra la pareja.

Tras varias audiencias judiciales, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) cerró el caso ordenando la deportación el pasado viernes por considerar que no existían suficientes pruebas de que su vida estuviera en peligro.

Las autoridades migratorias señalaron en un comunicado que Jurado incumplió la orden de deportación al no presentarse a las oficinas de ICE y quitarse el brazalete electrónico.

No obstante, ICE tiene como política no entrar en iglesias a detener a personas que se enfrentan a la deportación excepto en casos excepcionales.

De acuerdo con Claudia Jurado, desde que buscó refugio ni ella ni el abogado que la representó durante el proceso han sido contactados.

“Hasta ahora no ha habido nada de parte de las autoridades de migración ni la policía”, manifestó.

Si bien la iglesia le abrió sus puertas a Jurado, la Archidiócesis Católica de Atlanta informó hoy de que espera que la situación no sea por tiempo indefinido.

“La misión de Nuestra Señora de las Américas le brindará asistencia hasta donde la ley y sus limitados recursos lo permitan, se debe ser consciente de que la misión no es una solución a largo plazo”, agregó.

Los templos de diversas iglesias de Estados Unidos han servido en los últimos años de refugio para indocumentados que tratan de evitar órdenes de deportación y que ven en ellos un lugar seguro mientras se resuelve su situación legal.

Este viernes la mexicana Rosa Robles Loreto cumple un año en una iglesia “santuario” en la ciudad de Tucson, en Arizona, e iguala así a su compatriota Elvira Arellano, quien en 2006 estuvo refugiada un año en una iglesia en Chicago, en Illinois.

Arellano, nombrada “Persona del año” por la revista TIME en 2006 por su lucha a favor de los inmigrantes, fue la primera indocumentada en lograr la atención de los medios sobre el tema.

Por su parte, la activista guatemalteca de la comunidad lesbiana, gay, bisexual y transexual (LGBT) Sulma Franco está refugiada desde junio pasado en una iglesia en Austin, Texas.

Otro de los refugiados, Arturo Hernández, salió el pasado 21 de julio de una iglesia en Denver tras permanecer nueve meses y después de recibir un carta de las autoridades migratorias que consideran “de baja prioridad” su deportación a México.

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