Varios obradores de pan de Lorca se han convertido, al parecer, en el último escenario de un nuevo caso de explotación laboral. La Policía Nacional ha inspeccionado varios establecimientos regentados por ciudadanos magrebíes en los que presuntamente éstos explotaban a compatriotas que se encuentran en situación irregular en España. La mayoría de los trabajadores no tenían contrato ni estaban dados de alta en la Seguridad Social. Según informaron fuentes policiales, algunos de ellos dormían incluso en los locales, tendidos en el suelo.

Ésta no es, sin embargo, la única operación desarrollada en las últimas semanas por el Cuerpo Nacional de Policía para plantar cara a estos abusos. Seis personas han sido detenidas en varios golpes en Lorca, Alcantarilla y la pedanía murciana de Santa Cruz.

En Alcantarilla, los investigadores desmantelaron una discoteca clandestina que carecía de rotulación exterior y que, al parecer, levantaba la persiana sin ningún tipo de licencia administrativa ni sanitaria. Pese a ello, el local llegaba a aforos de más de un centenar de clientes. Según informaron fuentes policiales, su dueño aprovechaba esa clandestinidad para tener a sus trabajadores, la mayoría de ellos inmigrantes ‘sin papeles’, sin dar de alta en la Seguridad Social.

En el caso de Santa Cruz, la Policía intervino en una empresa agrícola en la que presuntamente explotaban a inmigrantes haciéndoles trabajar en condiciones muy precarias. Los empleados debían sufragar sus gastos de transporte a la finca y comprar las herramientas que precisaban para su labor. Los arrestados son cuatro marroquíes con edades entre los 33 y los 49 años, un ecuatoriano de 42 años y un italiano de 48 años. Todos están acusados de presuntos delitos contra los trabajadores y favorecimiento de la inmigración ilegal.