R. M. M., el joven logroñés acusado de haber agredido junto con otras personas en la Plaza Primero de Mayo en agosto de 2012 a un grupo de miembros de la Asamblea de Estudiantes que recogía material escolar para familias necesitadas, admitió ayer los cargos de los que era acusado y aceptó una condena de carácter meramente económico, tras el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía, la acusación particular y la defensa, lo que evitó la celebración del juicio previsto en el Penal Número 3 de Logroño.

El ya confeso agresor, conocido también por ser uno de los fundadores de la ya extinta asociación Nueva Época (considerada de ideología neonazi), aceptó ser autor de un delito y una falta de lesiones, y se mostró conforme con la condena que se le impone, consistente en el pago de nueve meses de multa con una cuota diaria de tres euros por un lado, y de diez días más con una cuota de tres euros, por otro. La suma de ambas multas arroja un total de 840 euros, una cantidad sobre la que el abogado del joven mostró en la vista el interés de su cliente por satisfacerla a la mayor brevedad posible. A esa cantidad económica habrá que sumar los gastos médicos derivados de la atención que uno de los agredidos tuvo que recibir en el Seris a causa de la agresión y las costas judiciales. Si bien R. M. M. elude la cárcel, como inicialmente pedían la Fiscalía y acusación particular, sí tendrá una orden de alejamiento de cien metros de dos de las víctimas por un periodo de tres meses, a contar desde hoy.

Se trata este de un caso en el que el ya condenado en sentencia firme se ha beneficiado de la reforma del Código Penal, que entró en vigor el pasado 1 julio y que introduce la posibilidad de multas en lugar de prisión en los casos de comisión de delitos de lesiones. A R. M. M. la Fiscalía le pedía inicialmente tres años y dos meses de prisión.

Indemnización ya pagada

En el acuerdo alcanzado finalmente entre las partes jugó un papel clave el hecho de que el acusado declarara autor de los hechos (cometidos junto con otras siete personas, que no han sido identificadas ni, por tanto, puestas a disposición judicial).

El otro punto clave fue la introducción de la circunstancia atenuante consistente en que R. M. M. ya ha indemnizado de forma satisfactoria a las víctimas: concretamente, unos 1.600 euros a la que más daños sufrió, cerca de 400 para la segunda y otros 100 por los daños materiales causados, según trascendió ayer al término de la vista.

En la sentencia final, la Fiscalía y acusación particular logran asimismo introducir la agravante de discriminación ideológica como motivo que llevó al ataque contra los miembros de la Asamblea de Estudiantes. También computa finalmente como agravante el hecho de que el acusado llevara un disfraz en el momento de la agresión, para evitar ser identificado. Concretamente, los ocho agresores protagonizaron el suceso ataviados con pasamontañas para evitar ser reconocidos, algo que todos lograron salvo el ahora condenado, al que se pudo identificar por el tatuaje que llevaba en su pierna, característico de una peña futbolística de la ciudad y cuyos miembros han sido relacionados con la ideología de extrema derecha.

Esta condena se suma a la aceptada hace unas semanas por otros dos integrantes de Nueva Época, B. B. M. y el tristemente famoso Alejandro Ruiz Vidal, quienes admitieron haber sido autores del apuñalamiento a un joven colombiano en el Parque del Carmen, también en 2012.