«No se trata de vestir un santo para
desvestir otro. Se pueden vestir los
dos». La frase resume la oferta que a
última hora de ayer hizo el PNV a
EH Bildu para intentar desalojar al
popular Javier Maroto de la alcaldía
de Vitoria, siempre y cuando la coalición
de la izquierda abertzale se
comprometa a garantizar la estabilidad
de la Diputación de Álava. El
PNV trasladó a Bildu, con quien el
ABB mantuvo ayer una reunión, su
propuesta de diálogo para buscar
«un nuevo modelo de ciudad» en Vitoria
y facilitar así la iniciativa que
la coalición lideró para evitar que
Maroto sea de nuevo proclamado
alcalde. Por ahora, parece que la
propuesta tiene visos de prosperar.
A falta de detallar su posición, la
asamblea de EH Bildu ratificó ayer
que apoyaría con sus votos una hipotética
candidatura de Gorka Urtaran,
el candidato del PNV a la alcaldía
de Vitoria, y facilitar así el relevo
que la oposición ha reclamado.
Sin embargo, el PNV exige más
garantías para que el respaldo de la
coalición en el Ayuntamiento no este
envenenado y oculte una «fractura
» en la Diputación de Alava, en forma
de acuerdo Bildu-Podemos, que
impida proclamar al jeltzale Ramiro
González diputado general.
De este modo, el PNV entra de
lleno en un juego a dos bandas en
Álava. Mientras profundiza el entendimiento
con el PSE para alcanzar
un acuerdo en las Juntas Generales
de Álava, y que fuentes del
ABB dan por «encauzado», en el
Ayuntamiento de Vitoria los jeltzales
aspiran a explorar una nueva vía
de diálogo y entendimiento con la
oposición, y en especial con Bildu,
para facilitar el relevo que reclama
la coalición. A cambio, el PNV solicita
a Bildu que no intente provocar
«una fractura» a nivel foral –pactando
con Podemos tendría mayoría,
un apoderado más que la suma
PNV-PSE– y abrir «una grieta» entre
el PNV y el PP con el único propósito
de acceder al Gobierno foral.
El PNV defienden su ofrecimiento
a Bildu en que «Maroto
debe ser consciente del daño causado
» y de la demanda expresada
por la mayoría. Recuerda a Bildu
que cualquier acuerdo debería
basarse en un «programa» para
hacer de Vitoria «una ciudad
abierta, acogedora, integradora,
no excluyente y plural». Los
jeltzales le recuerdan a Bildu que
su prioridad es la «estabilidad»
institucional y que el acuerdo para
Vitoria está condicionado y no
podría ser en ningún caso «a costa
» de provocar la inestabilidad
en la Diputación de Álava.
Los representantes de la coalición
abertzale presionaron a Agirre,
Claudio Rodríguez, Ramiro González
y Gorka Urtaran con el «clamor
social» contra Maroto representado
en la plataforma liderada por Joseba
Azkarraga y José Ángel Cuerda
y en el colectivo ‘Gora Gasteiz’. En
apenas media hora se sustanció el
encuentro entre EH Bildu y la dirección
del PNV de la que horas más
tarde el grupo de Larrion dió cuenta
en asamblea en Vitoria.
Pero el encuentro de mayor calado
político es el que mantuvieron
nacionalistas y socialistas alaveses.
La secretaria general del PSE-EE
de Álava y candidata a diputada general
Cristina González afirmó que
antes del sábado el objetivo es cerrar
las «claves» del pacto en Álava
que posteriormente permitan cerrar
un acurdo programático.