bilbao – El colectivo inmigrante sufre “discriminación encubierta” en el acceso a locales de ocio. Así lo denunció ayer en el Parlamento Vasco SOS Racismo, que pidió también que se establezcan pautas claras para que las víctimas de este trato sepan qué hacer y dónde denunciar.

El secretario de la organización, Mikel Mazkiaran, compareció en la Cámara Vasca a petición del grupo socialista para explicar las conclusiones de un estudio llevado a cabo el pasado año en seis ciudades del Estado, entre ellas Bilbao y Donostia, sobre la discriminación a inmigrantes en locales de ocio.

El estudio, que se desarrolló entre junio y noviembre de 2014, analizó las reacciones discriminadoras de los responsables de controlar el acceso a centros de ocio cuando cuatro parejas de diferente origen (una de rasgos europeos y el resto compuesta por magrebíes, latinoamericanos e inmigrantes del África subsahariana) intentaron acceder a los locales. Los resultados evidenciaron la situación de discriminación que sufren los colectivos de inmigrantes. En 15 de los 33 locales visitados se denegó la entrada a las parejas foráneas o se les exigió requisitos diferentes a los de la pareja autóctona.

Mazkiaran reconoció que no se trata de un estudio exhaustivo, sino que se ha intentado retratar a grandes trazos lo que puede ser la discriminación en este ámbito, una discriminación no explícita, sino “encubierta”, puesto que en muchos casos se utiliza el derecho de admisión para poner “excusas” y limitar la entrada a estos colectivos.

El secretario de SOS Racismo reconoció que el proyecto de ley de espectáculos públicos y actividades recreativas que está en proceso de elaboración en el Parlamento Vasco concreta la definición del derecho de admisión que existía hasta ahora, pero opinó que podría ser “más expreso” para prohibir absolutamente acogerse a este derecho en situaciones relacionadas con la discapacidad o el origen étnico de la persona que intenta acceder al local.

“PLantar cara” Asimismo, Mazkiaran reclamó la necesidad de contar en Euskadi con protocolos claros para que las personas que puedan ser víctimas de esta discriminación tengan claro qué hacer, porque el estudio ha puesto de relieve que hay mucha “confusión”. La redacción de estos protocolos habrá de verse acompañada por “mucha pedagogía” entre la población inmigrante para que “plante cara” a esta discriminación y la denuncie. Para que la concienciación llegue a todos los sectores, “la administración deberá colaborar en ello”, instó el activista. Ya se han dado pasos en esta dirección. Una vez publicado el estudio, se inició en Donostia un diálogo con los responsables municipales para elaborar un protocolo de actuación basado en el que utiliza la Policía Local de Barcelona. La discriminación en los locales de ocio es sintomática de un problema más amplio, aseveró Mazkiaran, que terminó su intervención alertando de que las encuestas demuestran que el rechazo a los inmigrantes no disminuye. – J. Yuguero