Varón, de entre 30 y 35 años, de nacionalidad española y con problemas de salud mental. Es el nuevo perfil de los usuarios que acuden a la sede de Cáritas Interparroquial para pedir ayuda. La entidad presentó ayer los datos de su memoria de acción social, coincidiendo con el Día de la Caridad, que se celebra mañana, festividad del Corpus Christi.

Según este balance, Cáritas atendió el pasado año a 978 personas en su Centro de Acogida para Personas sin Hogar, un 6,3% menos que en el periodo anterior. Tal y como comentó el coordinador, Francisco Javier Ruvira, en parte el descenso se debe a que la crisis ha mermado las opciones de encontrar empleo en la zona, de forma que hay menos movimiento de gente a la comarca.

En el marco del programa de empleo, la organización atendió en el servicio de orientación laboral a 140 usuarios, con una media de edad de 42 años. Las principales acciones formativas fueron los talleres de cocina, cuidado de personas dependientes y búsqueda de empleo por internet.

En cuanto a las ayudas a través de las parroquias, resaltó el aumento de las correspondientes a alimentos, al recuperar el sistema de vales y ofrecer así una posibilidad de dieta más equilibrada a las familias, como las sanitarias, cada vez más demandadas por el copago y la desprotección en que ha quedado parte de la población inmigrante.

Sobre los nuevos retos de este año, Ruvira anunció la creación de un equipo de calle, que tendrá la misión de ayudar a las personas sin techo y a quienes mendigan a las puertas de las iglesias.