Funcionarios de la UE gestionarán el asilo en Italia, Malta y Grecia

La Razón, Lidia Soria. , 24-04-2015

La Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex) realizó en 2014 un total de 278.000 detenciones de irregulares que pretendían cruzar las fronteras de la Unión Europa, el doble de las que se registraron en 2011, según datos de la Comisión. Ese mismo año murieron 3.000 personas ahogadas en el mar Mediterráneo en las distintas rutas que las mafias utilizan para la entrada de inmigrantes en suelo europeo.

Con estas cifras, hablar de establecer al menos 5.000 plazas para refugiados políticos en Europa suenan irrisorias y por eso se sacó a última hora este número, que aparecía en el primer borrador de la declaración final. No hubo consenso para mantenerlo. Así, sin detalles de cifras o sobre cómo se realizaría el proceso para aceptar la entrada de asilados, la propuesta recoge que funcionarios europeos se instalen en los países del Mediterráneo con más problemas de llegadas de inmigrantes, como Italia, Malta y Grecia, para gestionar el asilo en caso necesario y, en caso contrario, acelerar la deportación. Se habló del retorno en vuelos colectivos para la repatriación de inmigrantes, que se podría coordinar en el marco de Frontex, donde España aportó su experiencia.

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, pedía a los Estados miembros un sistema de reparto de cuotas «justo». «Necesitamos inmigración legal a Europa. Esto significa que los Estados miembro deben acordar entre ellos un sistema de cuotas justo», explicaba en rueda de prensa. Actualmente, la mayoría de los refugiados, el 95%, se reparte en nueve Estados miembro y de ese total el 75% se concentra en cinco socios. «Esto no es sostenible», reconocía el socialdemócrata alemán.

Durante 2014, 600.000 personas pidieron asilo en la UE, y sólo la mitad fueron reconocidos. En su opinión, dado que la población europea asciende a 500 millones, las cifras de demandantes de asilo son viables. Sin embargo, no todos los países están dispuestos a abrir sus fronteras nacionales para la recepción de inmigrantes.

Contundentemente se mostró ayer en este sentido el primer ministro británico, David Cameron. Por un lado, ofrecía recursos para el programa de salvamento en el Mediterráneo como barcos y helicópteros, pero, por otro lado, rechazaba acoger a los inmigrantes eliminando la posibilidad de que puedan pedir asilo en Reino Unido. «Ofreceré el buque de la Royal Navy Bulwark, tres helicópteros, y otros dos barcos patrulla de fronteras…si las personas rescatadas y con las que tratemos sean llevadas al país seguro más cercano, probablemente Italia, y no recurran inmediatamente a presentar una petición de asilo en Reino Unido», afirmaba. Su actitud no pillaba de sorpresa al presidente del Consejo, Donald Tusk, quien desde su primera comunicación reconocía en este punto la parte más complicada de la cumbre.

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