La inmigración en Arratia se concentra en Areatza, Lemoa e Igorre

Areatza, Lemoa e Igorre son los lugares con más población inmigrante; en Dima representan solo el 2% de los vecinos

Deia, ANDER GOYOAGA, 02-03-2015

IGORRE – La inmigración en el valle de Arratia tiene muchas caras y realidades opuestas según los municipios. En localidades como Areatza el porcentaje de personas de nacionalidad extranjera representa el 9% (los nacidos en el extranjero son el 9,9%), una cifra ligeramente superior a la media de Euskadi, pero mucho más elevada que en otras localidades del valle. En el polo opuesto, en Dima, estos nuevos vecinos representan solo el 2% de la población total, un porcentaje muy reducido en la línea de otros municipios como Arantzazu (2,9%), Zeanuri (3,7%) o Bedia (4,1%). En términos globales, la población nacida en el extranjero que vive en Arratia representa el 7,4% del total y los de nacionalidad extranjera son el 6,6%, parámetros muy similares a la media en la CAV.

A la hora de analizar los datos de inmigración conviene diferenciar entre personas nacidas en el extranjero y las de nacionalidad extranjera, ya que el número de personas nacionalizadas ha crecido en los últimos años (sobre todo en el caso de los ecuatorianos). De esta manera, la tasa de nacidos en el extranjero es siempre ligeramente mayor. Según los últimos datos del Observatorio Vasco de Inmigración-Ikuspegi, de 2014, ningún municipio del valle de Arratia llega al 10% de personas de nacionalidad extranjera, con la pequeña localidad de Ubidea (9,4% entre sus 180 habitantes) a la cabeza, seguida de Areatza (9% entre sus 1.211 habitantes, Igorre (8,3% entre 4.247 habitantes) y Lemoa (7,6% entre 3.512 habitantes).

EL 79% Estas tres localidades concentran a la inmensa mayoría de la población inmigrante en Arratia. Hasta el 79% de la población de nacionalidad extranjera en el valle reside en estos tres municipios, que concentran el 64% de los habitantes del valle. Esta situación viene favorecida por el bajísimo porcentaje de inmigrantes en Dima, tercera localidad de Arratia (1.416 habitantes en total), y Zeanuri, la cuarta (1.269 vecinos).

Existen varias razones que pueden explicar estas diferencias. La socióloga e investigadora de Ikuspegi, Maite Fouassier, considera que a la hora de elegir el lugar en el que se asentarán, los inmigrantes valoran fundamentalmente las “redes sociales, familiares y, en definitiva, de apoyo”, así como “las oportunidades laborales que puedan darse en un determinado lugar”. A buen seguro que estos factores contribuyen a explicar que en Areatza haya 54 personas de origen rumano y en Dima, con más habitantes, apenas haya 4 o, por poner otro ejemplo, que la pequeña localidad de Artea tenga 24 colombianos entre sus vecinos, casi el doble que localidades con una población mucho mayor como Igorre o Lemoa (con trece colombianos cada una) y varias veces más que otras como Areatza (4) o Zeanuri (3).

Las personas de nacionalidad rumana (330) son las más numerosas entre las de origen extranjero en Arratia, seguidas de las procedentes de Bolivia (140), Marruecos (74) y Argelia (71). Estas proporciones se repiten de una manera prácticamente calcada en el municipio de Areatza con la única excepción de los marroquíes, con menor presencia en la zona. La localidad cuenta desde hace cinco años con un Plan de Inmigración y, a juicio de su alcalde, Josu Basozabal, los cambios producidos en el municipio en los últimos años han sido bien canalizados. “El proceso de llegada de personas procedentes de otros países a Areatza se ha producido por los cauces normales, aunque diría que existe una permeabilidad mucho mayor entre la juventud. Gracias al entorno escolar los niños aprenden euskera, conocen a los chavales de su edad y existe una relación muy normalizada con el resto de vecinos, algo que con los más mayores cuesta más. El objetivo no es tanto la integración como la convivencia intercultural sobre la base del respeto”, explica Basozabal.

El sociólogo y politólogo de la UPV/EHU, Xabier Aierdi, invitado por Arratiako Eliza, ha ofrecido esta semana una conferencia en Igorre en torno al fenómeno de la inmigración dejando varios mensajes elocuentes. “Si mañana los inmigrantes realizasen una huelga de un día comprobaríamos, como en las huelgas de las escuelas, qué problemas surgen. Necesitamos a los inmigrantes y tenemos que valorar su aportación”, indicó.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)