El departamento de Estadística del Ayuntamiento de Utrera ha hecho públicos una serie de curiosos datos con respecto a la población de la localidad, que a fecha de 1 de enero de 2014 se acerca a los 52.000 habitantes. Entre estos ciudadanos residen en Utrera personas pertenecientes a 66 países distintos.

Viven en Utrera un total de 1.431 ciudadanos extranjeros, mientras que el país que más ciudadanos aporta, como lo viene siendo en los últimos años es Rumanía, ya que en la actualidad hay censados en la localidad 238 ciudadanos de esta nacionalidad. Completan este ranking Marruecos con 185 personas y China con 84.

Entre los primeros puestos se encuentran también países como Estados Unidos, con 73 personas, Polonia con 64 o Cuba con 57. En menor medida existen en Utrera ciudadanos de países tan exóticos como Guinea-Bissau, Tanzania, Bangladesh o Kirguistán.

Por continentes, hay 588 residentes en Utrera que provienen de los diferentes países de Europa, 287 de África, 79 americanos del norte (EE.UU, Canadá y México), 383 americanos de centro y sur, así como 94 asiáticos. Tanta diversidad de nacionalidades supone en la localidad un 2Ž730 % de toda la población residente en Utrera, todos conviviendo con una general normalidad y en una cordial convivencia normalizada en la amplia mayoría de los casos.

En los últimos años, coincidiendo con el estallido de la crisis económica, el número de extranjeros residentes en Utrera ha ido decreciendo sensiblemente. Muchas de las personas que habían fijado su residencia en la localidad, perdieron sus empleos, por lo que tomaron la decisión de volver a sus lugares de origen. En este sentido la labor de algunos organismos humanitarios como es el caso de Cáritas ha sido fundamental en la asistencia de estas personas, que de la noche a la mañana vieron como se quedaban sin nada y no podían contar con la ayuda de familiares.

Una de las cifras más altas de inmigrantes en Utrera se registraba en el año 2012, cuando estaban censados en la localidad un total de 1.623 ciudadanos extranjeros. Entre 2005 y 2009, los años de la bonanza económica, se experimentó el aumento histórico de población foránea en la localidad, con una subida del 123%. En pocos años la ciudad pasó de contar con 662 inmigrantes a casi 1.500.