La ONU restablecerá el programa de asistencia alimentaria a 1,7 millones de sirios refugiados en Líbano, Jordania, Turquía, Iraq y Egiptoa mediados de este mes. El Programa Mundial de Alimentos (PMA), agencia de la ONU, anunció hace una semana que debido a la falta de financiación se veía obligada a suspender su programa de cupones de comida a este colectivo. Los refugiados usan los cupones electrónicos para comprar comida en los comercios locales. Sin estos bonos, con un valor de 30 dólares al mes para cada persona, las familias desplazadas a estos países huyendo de la guerra se enfrentaban al hambre.
Para conseguir fondos de manera urgente el PMA emprendió el pasado miércoles una campaña de tres días en las redes sociales para conseguir los 64 millones de dólares necesarios para dar de comer a este contingente de 1,7 millones de personas durante el mes de diciembre. La cifra recaudada supera los 80 millones de dólares gracias a los donativos realizados por personas individuales, empresas y gobiernos, lo que posibilita volver a cargar las tarjetas electrónicas de los refugiados para que cada beneficiario pueda comprar comida por valor de 30 euros.
La coincidencia de diferentes crisis (Siria, República Centroafricana, Sudán del Sur, Iraq o República Democrática del Congo) está dificultando la asistencia a las personas refugiadas. En septiembre, el PMA ya advirtió que los recursos para alimentar a casi seis millones de sirios se estaban agotando y que de no recibir financiación por parte de la comunidad internacional, en concreto 352 millones de dólares hasta final de año, las raciones de alimentos se recortarían. El SOS surgió efecto pues llegó dinero para amortiguar la situación. Pero al iniciar el mes de diciembre ya se había acabado.
El desolador panorama que vive el éxodo sirio se repite en África, donde este verano ya se redujeron a la mitad las raciones de comida a 800.000 refugiados.

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