BILBAO – “Que no trate de confundir ni intente generar una preocupante confrontación social” sobre la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Fue la respuesta de Juan María Aburto a las afirmaciones del alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, quien se jactó de decir que los datos aportados por el Gobierno vasco sobre la RGI “dejan claro” que el consejero de Empleo y Políticas Sociales tiene “una bomba de relojería entre las manos” y necesita abordar reformas. De los números, transparentes, no se infiere, según Aburto que se incumpla la ley establecida, por lo que calificó de “sorprendente” que después de 25 años de vigencia de la normativa que regula estas ayudas se ponga ahora el énfasis en que uno de los requisitos básicos sea el empadronamiento. “Hay 65.000 personas que gracias a la solidaridad de la ciudadanía vasca perciben una prestación que les permite vivir con dignidad y creo que ése es un valor a preservar”, enfatizó el consejero, quien reprochó a Maroto por señalar que no se le han facilitado datos del número de perceptores de la RGI que han cotizado antes a la Seguridad Social porque es una información que él no puede dar porque no le corresponde.

Reconoció Aburto que un porcentaje importante de la gente que cobra la RGI está en situación de vulnerabilidad y de dificultad para acceder a un trabajo, y aclaró que Lanbide “está intentado activarla”, además de recordar que las personas irregulares tienen “derecho al arraigo” y que con tres años de empadronamiento si tienen un contrato de trabajo pueden regularizar su situación. El consejero apeló al diálogo e indicó que la sostenibilidad del sistema debería ser algo a debatir, instando al PP a no poner precio “a la dignidad” de las personas.

maroto se enroca Lejos de rectificar, Maroto, envuelto en su cruzada, insistió en que los datos recibidos de manos de Aburto daban razón a su eslogan “ayudas sí, abusos no”, desacreditando las cifras por incompletas e inexactas, negándose a pedir perdón al 40% de magrebíes que no recibe ayudas y apuntando que nunca se había dirigido a esa nacionalidad en concreto. En su comparecencia, el alcalde de Gasteiz insistió en que los datos relativos a la capital vasca obligan a una “revisión integral” del sistema para hacerlo “más eficaz y solidario”. “No hay más ciego que el que no quiere ver. No falla el que acude a la ventanilla de Lanbide, sino la norma”, subrayó Maroto, denunciando la “terrible venda en los ojos que han mantenido” los responsables públicos de Euskadi en esta materia.

Ahondó de nuevo en que la estadística revela que el 94,5% de los argelinos y el 81,5% de los marroquíes residentes en Gasteiz cobran la RGI. Por ello, reclamó una disculpa pública a SOS Racismo, así como a todos los que criticaron sus palabras con “adjetivos injustos” y le tacharon de xenófobo. Desde el PNV pidieron al regidor gasteiztarra que no siga “agrediendo la convivencia”, y EH Bildu invitó a los demás partidos a aislarle políticamente no apoyando el Presupuesto.