Las figuras de Cristiano Ronaldo, Messi, Iniesta o Bale están presentes en la mente de cualquier niño que coge un balón de fútbol. Se fijan en sus movimientos e imitan sus regates. Por desgracia, ni todos tienen las condiciones físicas y técnicas para emularlos, ni todos tienen los recursos para practicar. Para ellos nació hace cuatro años ‘Campeones Juniors’, en donde ofrecen todos los sábados un entrenamiento a los niños que por cualquier razón no pueden disfrutar de la rutina de un equipo en el que jugar.

«Aquí todos valen. No hacemos distinciones por complexión física ni por raza ni por condición social. Solo hacemos que quienes no pueden disfrutar entrenando en un equipo puedan venir aquí los sábados a saber que es esto», afirma Pablo Reinoso, quien ejerce de entrenador.

Pese a que los participan en ‘Campeones Juniors’ no competirán en ninguna liga, Reinoso advierte de que no permite la relajación en las sesiones que realizan en el IES Mediterráneo. «Hacemos un entrenamiento normal. Practicamos la técnica, la táctica y hacemos juegos con el balón», afirma el entrenador.

La iniciativa nació de una iglesia esteponera. «La crisis afectó a muchas familias, y en esas ocasiones, los más afectados son los niños. El gasto de entrenar en un equipo es inasumible en estas situaciones, y nosotros quisimos aportar ese granito de arena», afirma Ruth Flores, una de las organizadoras del proyecto.

«Todo esto nace por el deseo de varios padres de ver cómo sus hijos consiguen el sueño de poder jugar al fútbol en equipo. Una iniciativa que nació hace cuatro años con veinte niños y ya ha conseguido multiplicar por tres su número de participantes», asegura Flores.

Carteles

Durante la presentación de la actual temporada hace un par de semanas, el patio del IES Mediterráneo lucía grandes carteles con la figura de alguno de los niños participantes en el equipo. «Aquí los protagonistas no son ni Messi, ni Xavi ni Sergio Ramos. Los protagonistas son ellos y por eso son ellos los que están en los carteles. Da igual que alguno esté más gordito o no sea bueno. Ellos son los que importan», sentencia Reinoso.

Este proyecto se mantenía a través de los donativos que iban recaudando los organizadores y consiguió asentarse en sus tres primeros años. Ahora, la entrada de un patrocinador no solo ha logrado mejorar los materiales, sino que estudian una expansión de la iniciativa por otros municipios cercanos. «Esto es algo único. Un equipo en el que no haya filtros para entrar y en el que todos puedan jugar no lo había visto nunca. La idea es poder hacer lo mismo en Sabinillas o Marbella», explica Eddie Martínez, de Siesta Homes.