Javier Maroto descalificó ayer con
urgencia y contundencia lo que
consideró una comparación entre
las consecuencias del terrorismo
de ETA y el debate político surgido
por su intención de modificar
el sistema actual de ayudas sociales
en Euskadi. El alcalde de Vitoria
tachó de «rastrera y estridente
» la advertencia de Gorka Urtaran
de que después de los efectos
del terror de ETA la estrategia de
Maroto constituye el mayor riesgo
para la convivencia social en
Euskadi en entrevista concedida a
EL MUNDO del País Vasco
Maroto, que aún permanece
convaleciente de la operación de
mediados de septiembre aunque
ha recuperado su agenda, no quiso
dejar pasar ni siquiera unas horas
tras desayunarse ayer con la
entrevista publicada por este periódico
con el portavoz del PNV
en el Ayuntamiento de Vitoria y
candidato a la Alcadía Gorka Urtaran.
El representante institucional
nacionalista –que es además
sociólogo de profesión– denunció
el riesgo que para la convivencia
social supone el discurso de Maroto
en torno a las ayudas sociales
interpretando que el alcalde ha
generado una polémica dirigida
exclusivamente a obtener un rédito
electoral y con el objetivo no de
actuar contra el fraude sino de
acabar con prestaciones como la
Renta de Garantía de Ingresos
(RGI) que en la actualidad cobran
más de 65.000 vascos.
Maroto rechazó de plano tanto
la referencia a ETA como la advertencia
realizada por Gorka Urtaran
sobre la «agresión a la convivencia
» que puede representar la
campaña liderada por el alcalde
de Vitoria con el apoyo de toda la
dirección del PP vasco. El portavoz
del PNV advirtió de que «después
de la violencia de ETA» e insistiendo
en que se trataban de
planos distintos, la estrategia de
Maroto constituye un peligro para
la cohesión social al «señalar» a
determinados colectivos, en una
referencia clara a los comentarios
utilizados por el alcalde de Vitoria
sobre marroquíes y argelinos. Maroto
denunció la «estridencia» de
una «comparación radical» que situó
como continuación del comentario
en una entrevista radiofónica
en la que el presidente del
Araba Buru Batzar Xabier Agirre
le llamó «Hitler». «Dudo mucho
que los votantes vitorianos puedan
seguir confiando en un partido
cuyos dirigentes más importantes
o sus representantes institucionales
se dedican a llamar
‘Hitler’ o ‘etarra’ al alcalde de Vitoria
», señaló ayer Maroto en otro
guiño a un electorado nacionalista
moderado que, a tenor de las
muestras de apoyo, no sólo se
identifica con el alcalde del PP sino
que estaría dipuesto a apoyarle
en las elecciones locales de mayo
de 2015.
Maroto, que ya de forma clara y
contundente ha abierto la precampaña
electoral marcando su liderazgo
al imponer uno de los primeros
temas de confrontación política,
recalcó ayer que su objetivo
es mantener las ayudas sociales
pero sin abusos. «Lo que está en
peligro es la continuidad del sistema
y la realidad de los abusos y
las ineficiencias en la concesión
de las ayudas no se solucionan
con discursos del buenismo», advirtió
ayer Javier Maroto.
El alcalde de Vitoria le dio la
vuelta a la advertencia de Urtaran
al defender que estas contradicciones
son realmente un riesgo
para la convivencia social. «Lo
que pone en riesgo la convivencia
es que cada día hay más vitorianos
hartos de ir a trabajar para
otros que no quieren hacerlo y
que además se jactan de ello», señaló
Javier Maroto.
El alcalde recordó que en Europa
se establece como doble condición
que el inmigrante tenga una
residencia legal y habitual en el
país mientras que en Euskadi inmigrantes
ilegales cobran la RGI.