POR no hablar tú, la otra voz suena más alto, y eso es lo que le pasa al discurso racista: lleva muchos años oyéndose muy alto. Hay que romper la espiral del silencio que existe en la otra parte”. Las palabras convencidas en un objetivo se sienten apasionadas en Ekain Larrinaga, técnico de Inmigración del Ayuntamiento de Getxo. El Consistorio ha apostado firmemente por luchar contra el racismo y la xenofobia y, este año, ha vuelto a confiar en la Estrategia Antirrumores como mecanismo para conseguir esa meta.

Este programa pretende crear y consolidar una red entre personas y entidades, que se llamarán agentes antirrumores, comprometidas con los valores de la interculturalidad, de la integración ciudadana y de la lucha contra la discriminación. “Un agente antirrumor puede ser una persona que solo necesita de vez en cuando recibir información por correo electrónico, visitar nuestra web… puede ser la persona que quiere una formación, la que desea tener una relación más permanente, no solo con la institución sino con organizaciones que están dando pasos en el mismo camino, y la que quiere hacer cosas. Por eso se han definido grupos de trabajo de formación y acción, principalmente”, explica Larrinaga. “El año pasado se apuntaron 25 personas a esta estrategia y este, otras 25. Hay un grupo de 15 personas con un dinamizador que están muy activas. Ahora es cuestión de tiempo que se vayan empoderando y vayan desarrollando acciones en el marco institucional”, agrega el técnico.

La labor de la Estrategia Antirrumores también tiene un reflejo externo. “Queremos inundar con nuestros valores el resto de eventos. Getxo tiene una agenda suficientemente amplia y rica para que no tengamos que organizar nuevos actos, es cuestión de entrar en ellos. Y el último cuatrimestre del año era muy rico para ello: Getxo Folk, el salón del cómic, jornadas de teatro, y las del euskera y cultura vasca. También queremos prescriptores de opinión cualificados, gente que sea conocida y respetada por el público y que comparta nuestra cadena de valores. El año pasado contamos con Kepa Junkera y este, con Chambao, por ejemplo”, señala Larrinaga.

Los agentes antirrumores trabajan con una serie de estereotipos sobre los inmigrantes – reciben más ayudas sociales, aumentan la delincuencia, etc. – y tratan de desterrarlos. “El argumentario de los agentes antirrumores tiene una parte afectiva brutal. Es casi más importante desarrollar las habilidades conversacionales y afectivas que dar información, no hace falta abrumar con 200 datos, igual tengo que manejar solo uno para tocarte el corazón, la empatía, cambiarte…”, indica el técnico.

Todo este trabajo contrasta con las declaraciones del alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, sobre los inmigrantes. “En Getxo hay una apuesta institucional por luchar contra el racismo. Nuestros representantes, tanto los que gobernantes como los que no, son auténticos prescriptores de opinión”, comenta Larrinaga. Son palabras que suenan más alto y ante las que es necesario romper con la espiral del silencio.