DONOSTIA. El 86,9 % de los vascos considera que todos los residentes en el territorio, incluidos los inmigrantes, “deberían tener los mismos derechos y deberes”, según un estudio sobre la “Diversidad identitaria de la población vasca” encargado por la Diputación de Gipuzkoa, gobernada por Bildu.

La directora de Migración y Diversidad, Itziar Pildain, ha dado a conocer hoy las principales conclusiones de esta encuesta, realizada por la empresa Aztiker mediante encuestas realizadas a 2.014 personas mayores de 18 años residentes en Euskadi, Navarra y el País Vascofrancés.

Los resultados de este sondeo, que ha costado 35.000 euros a las arcas forales, revelan que la actitud “más abierta” hacia los inmigrantes se da entre los jóvenes vascofranceses, así como entre las personas que llevan menos de quince años viviendo aquí, los estudiantes, los trabajadores por cuenta propia, los simpatizantes de la izquierda y “en grado aún mayor” los votantes de EH Bildu.

La encuesta también pone de manifiesto que la mayoría de la ciudadanía vasca, un 89,7 %, “muestra deseo de seguir viviendo en Euskal Herria” y que al menos del 52,6 % de los vascos “tiene un vínculo familiar con algún lugar situado fuera”.

El estudio señala que, en opinión del 45,2 % de los interrogados, “Euskal Herria está formada por siete territorios”, aunque el 31,7 % opina que se limita a las tres provincias de la Comunidad Autónoma Vasca.

Los requisitos más citados por los encuestados como necesarios para obtener la ciudadanía son: “haber residido en el territorio durante un tiempo determinado” (79,4 %) y “trabajar aquí” (74,7 %), aunque también se mencionan en menor medida “haber nacido en el territorio” (44,1 %), hablar euskera (38,9 %) o "tener antepasados vascos (33,1 %).

La encuesta indica que el 72,8 % de los vascos son nacidos en Euskal Herria, que el 27,2 % lo ha hecho fuera de esta zona y que la mayoría de estos últimos lo han hecho en el resto de España, Ecuador, Colombia, Rumanía y la República Dominicana, con una tendencia a la diversidad que “continuará aumentando en el futuro”.

Tras dar a conocer este documento, Itziar Pildain ha opinado que de él “se pueden sacar muchas conclusiones”, entre las que ha destacado el hecho de que “la sociedad vasca no es racista”, a pesar de que “muchas veces” se sitúe el “foco del racismo” sobre la ciudadanía, de forma que la responsabilidad de los dirigentes institucionales “queda un poco difuminada”.

“Pero este informe nos dice que la sociedad vasca no es racista, no queremos decir que no exista una actitud xenófoba, hay una tendencia grande en Europa de incremento del racismo y aquí también se da esa tendencia”, ha dicho la responsable foral, quien ha insistido no obstante en que “en general” los vascos “tienen una actitud positiva hacia la diversidad y una manera abierta de entender la identidad”.

A pesar de ello, ha insistido en que las instituciones no pueden quedarse “dormidas” y deben “seguir haciendo un trabajo de sensibilización, tendiendo puentes y creando una cultura de la diversidad” en la que “la base sea el reconocimiento mutuo”.

Pildain ha lamentado por ello que “muchos responsables institucionales” vayan “por detrás de la ciudadanía y a veces en la dirección contraria”, para criticar a continuación, sin citarlas, expresamente las declaraciones del alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, sobre los inmigrantes y las ayudas sociales, que ha calificado de “inaceptables”.

La directora foral ha dicho que estas manifestaciones “van en contra de la dirección que ha tomado la sociedad y convergen con tendencias minoritarias racistas y además las impulsan”.

“Los que trabajamos en las instituciones tenemos una responsabilidad y nos parece desde ese punto de vista inaceptable. Ese discurso no puede tener sitio en las instituciones en opinión de la Diputación”, ha concluido.