El 62% de los jóvenes vascos no quiere tener a neonazis de vecinos

La mayoría conviviría con homosexuales, inmigrantes, militares y ex presos

Diario de noticias de Alava, , 08-08-2014

vitoria – Seis de cada diez jóvenes vascos (62%) rechazan tener en el vecindario a extremistas de derecha o neonazis, un 43% no quiere tener como vecinos a personas drogadictas y un 41% a personas de etnia gitana. Además, a un 35% de los jóvenes de Euskadi le molestaría tener en el vecindario prostitutas o gigolós, a un 30% a militares, a otro 30% a personas que han estado en la cárcel, a un 26% a extremistas de izquierda, a un 24% a policías, al 16% a inmigrantes extranjeros y a un 11% a homosexuales.

Estos datos proceden del último número de la Serie cuatrienal Juventud Vasca, realizada por el Observatorio Vasco de la Juventud, correspondiente al 2012 y basado en una encuesta realizada a 1.500 chicos y chicas de Euskadi de entre 15 y 29 años.

Según los resultados de este estudio, la juventud vasca señala mayoritariamente que no le importa tener como vecinas a personas homosexuales (gays o lesbianas), a inmigrantes extranjeros, a policías, a militares, a extremistas de izquierda o a personas que han estado en la cárcel.

no a los extremistas Son más de la mitad los jóvenes que no presentan problemas en tener en su vecindario a prostitutas o gigolós, personas de etnia gitana o personas drogadictas. Por el contrario, existe una oposición mayoritaria a tener como vecinos a extremistas de derecha o neonazis. El rechazo a los extremistas de derecha sigue siendo el más extenso, tal y como se viene constatando desde el año 2000, y se ha incrementado algo respecto a 2004 y 2008, si bien no alcanza los registros del año 2000.

El rechazo a las personas drogadictas se mantiene en la tónica de los últimos veinte años, pero experimenta altibajos. En cualquier caso es, al igual que el rechazo a los extremistas de derecha, bastante más elevado que en 1986.

Los porcentajes de jóvenes que no desean tener personas de etnia gitana como vecinas se mantiene prácticamente igual a lo largo del tiempo. El rechazo a las prostitutas y gigolós sigue una tendencia constante al alza. Lo mismo ocurre con los porcentajes de quienes no quieren inmigrantes extranjeros en su vecindario.

menos fobia a los militares Los militares, por el contrario, son bastante menos rechazados ahora que en 1986 ó 1990, y el porcentaje de jóvenes a quienes importaría tenerlos como vecinos se mantiene estable en los últimos años. Las personas que han estado en la cárcel y las extremistas de izquierda siguen una tendencia pareja. El mayor rechazo de la juventud a estas personas se registró en 1990 y el menor rechazo en 2004, pero desde entonces va aumentando el número de jóvenes que no desea tenerlos en su vecindario.

De 2008 a 2012 se ha incrementado algo el porcentaje de jóvenes a quienes les molestaría tener policías como vecinos, pero en general puede decirse que el rechazo a este colectivo se mantiene en la media de los últimos doce años. Por último, el rechazo a las personas homosexuales se ha incrementado notablemente respecto del año 2000, aunque sin llegar a los niveles de 1986 y 1990.

El rechazo a los extremistas de derecha es superior en la juventud que se define de izquierda (73%) que entre quienes se consideran de derecha o centro (62%). Quienes menos los rechazan son los que no se posicionan en este eje (51%). A medida que se incrementa la edad y, sobre todo, el nivel de estudios también lo hace el rechazo a los extremistas de derecha.- Europa Press

rechazo

Intolerancia a los extremistas. Más de la mitad de los jóvenes puede convivir con personas que se prostituyen, gitanos y drogadictos, pero se opone a tener en su vecindario a extremistas de derecha (un 62%).

Drogadicción. El rechazo a las personas drogadictas va fluctuando en los últimos 20 años, pero, como con los neonazis, es bastante más elevado que en 1986 (43%).

Etnia gitana. El porcentaje de jóvenes que rechaza convivir con gitanos se mantiene parecido a lo largo de los años: un 41%.

el estudio

Realizado a 1.500 chicos y chicas de entre 15 y 29 años de edad.

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