El Gobierno no endurecerá las ayudas sociales

Maroto alude al «efecto-llamada» de las ayudas de alimentación pagadas en Vitoria

El Mundo, I.R. / Vitoria, 30-07-2014

El consejero de Empleo y Políticas
Sociales, Juan María Aburto, rechazó
ayer que sea el momento de modificar
la Ley para la Garantía de Ingresos,
la que regula las ayudas sociales
vascas, como le ha demandado
insistentemente en las últimas fechas
el alcalde de Vitoria, Javier Maroto
(PP), que señaló a determinados colectivos
de extranjeros por abusar de
las prestaciones y no querer trabajar.
«Les puedo trasladar que ante el supuesto
fraude no estamos hablando
de términos que se puedan considerar
preocupantes. El fraude en la
renta de garantía de ingresos no es
en absoluto mayoritario. No podemos
trasladar esa idea», replicó
Aburto en la misma línea en que se
pronunció el Ararteko.
El titular de Empleo y Políticas Sociales
destacó que Lanbide, servicio
de empleo que tramita las ayudas,
ejerce control suficiente sobre los beneficiarios
y que, además, pronto
contará con una unidad especializada
antifraude con 18 técnicos, como
ya se había prometido. «[Lanbide]
Tiene establecidos múltiples controles
para que las situaciones que puedan
producirse puedan ser afloradas
», remarcó el consejero que, en
todo caso, señaló que es responsabilidad
exclusiva de los ayuntamientos
controlar determinadas cuestiones
muy directamente relacionadas con
el fraude como que los empadronamientos
sean de «residencia efectiva
» y no simulados.
Aburto concluyó que «no es el momento
» de tocar la normativa reguladora
de las ayudas sociales, más
cuando surgió de un «consenso» que
sería peligroso «romper». Además,
destacó que si el PP logra, como desea,
exigir a los extranjeros cinco
años de residencia para poder acudir
a Lanbide, «luego pedirán diez». «No
es el momento de abrir nuevos debates.
Es momento de consolidar el sistema
de protección más avanzado
del Estado. Deberíamos sentirnos orgullosos
de él, pero entre los que dicen
que no llega y el que dice que es
excesivo estamos poniendo en cuestión
el mejor sistema del Estado»,
protestó Aburto.
Entretanto, el alcalde de Vitoria
continuó ayer argumentando que
existe en un «efecto-llamada» en la
capital vasca que atrae a extranjeros
por las ayudas sociales. En este caso
se refirió a los apoyos económicos de
alimentación, de competencia local.
Maroto denunció, en concreto,
que entre septiembre de 2013 y febrero
de 2014, período en el que aún
se entregaba dinero en metálico
–ahora el pago se controla con tarjetas–
y, además, se suprimió la necesidad
de estar empadronado para acceder
a estas ayudas, se abrieron
1.358 nuevos expedientes de personas
atendidas por primera vez por
los servicios sociales. Y el alcalde
añadió que 501 se corresponden con
unidades familiares procedentes de
fuera de Vitoria. De este medio millar,
el 70,5% son extranjeros.
Entre los extranjeros (253), la
mayoría (122) son magrebíes (96
marroquíes y 26 argelinos), 56 nigerianos,
37 rumanos, 19 paquistaníes
y el resto latinoamericanos o
asiáticos, informa Efe. «Ha habido
una solicitud no habitual, un incremento
sustancial de nuevos perceptores.
Cuando se puede estar
sin ningún requisito de padrón, Vitoria
es más apetecible, más llamativa.
Humanamente es razonable
acudir a una ciudad que no te pone
trabas. No juzgo a los perceptores,
pongo sobre la mesa un efecto-llamada
», aseveró Maroto.

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