el lapitzero

Andina

Deia, , 19-03-2014

ESCRIBE su hermano desde Brasil que Andina no ha podido ni siquiera despedirse. Pero ahora sabemos que ella vivía con miedo y que lo había dicho a quien quisiera escucharle. A veces, el drama repentino nos despierta de una cómoda situación en la que creíamos que estábamos haciendo todo lo posible para acabar con la lacra de la violencia machista. No, podemos hacer más, estar más alertas, ser más exigentes, no relajarnos. Ojalá que el asesinato de Andina nos ayude a avanzar en esta larga luch

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