Tres acusados niegan toda relación con la trata de blancas en Agolada

Aseguran que las mujeres ejercían voluntariamente el alterne en un club

La Voz de Galicia, López Penide , 19-03-2014

Los tres acusados a los que la Fiscalía y acusación particular vincula con la trata de blancas y la prostitución desde un club de alterne de Agolada negaron ayer en la Audiencia de Pontevedra todos los cargos. Eso sí, ninguno de los encausados quiso contestar a las preguntas de las acusaciones y se limitaron a responder a las que les plantearon las defensas.

Con un «jamás», José Ramón V. P. rechazó que, en alguna ocasión, hubiese traído a chicas extranjeras hasta su local o que les hubiese prestado dinero para que pudiesen desplazarse desde su país de origen. En su lugar, mantuvo que las mujeres «venían por su cuenta», así como rechazó que se les sometiese a cualquier tipo de vigilancia o se les amenazase: «Iban cuando querían y se marchaban cuando querían».

Además, puso de manifiesto lo paradójico que resultó el hecho de que una de las testigos protegidas de este procedimiento hubiese vuelto a trabajar en el club de Agolada una vez se interpusieron las denuncias.

Similares expresiones empleó Plácido V. C., quien dejó entrever que era el boca a boca lo que hacía que las mujeres terminasen recalando en el establecimiento donde era camarero para ejercer el alterne. Reconoció, eso sí, que solía guardarles el dinero «porque tenían miedo a que se lo llevaran».

«Hacían lo que querían», aseguró Placido, al tiempo que rechazó de plano que se hubiesen proferido amenazas o que las mujeres que ejercían en el local hubiesen asumido deudas de tres mil euros por su traslado hasta España por vía aérea. Asimismo, aseguró que nunca tuvo conocimiento de que un cliente hubiese forzado a una de las testigo protegido..

En cuanto a Uilda S. M. negó, entre otras cuestiones, que hubiese grabado a persona alguna en vídeo para luego tratar de extorsionarla. Relató que, en su caso concreto, se desplazó por sus medios desde Brasil a Galicia en el 2005 y, al cabo de tres meses, regresó a su país de origen para volver en el 2007. Tras remarcar que siempre supo a lo que se iba a dedicar en España, dejó claro que «cada una hacía lo que quería, tanto dentro como fuera».

«Les daba coraje mi juventud»

A las preguntas de qué explicación podría darle a la denuncia que hicieron las que habían sido sus compañeras, esta joven, que ahora regenta una peluquería, manifestó que «les daba coraje porque yo era mucho más joven». Dejó caer, asimismo, que ella no consumía ni bebidas alcohólicas, ni drogas.

En cualquier caso, la vista oral en la que los tres acusados se enfrentan a peticiones de condena de hasta dieciséis años de prisión y fuertes sanciones económicas por, supuestamente, fomentar la inmigración ilegal, actuar contra los derechos de los trabajadores o propiciar el tráfico ilegal de mano de obra, continuará este jueves. Ayer, las defensas intentaron infructuosamente que se suspendiera el juicio por, entre otros motivos, la ausencia de dos testigos.

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