Es una de las dos de las líneas de actuación del Gobierno para atender la delicada situación que vive la ciudad por la inmigración

El Gobierno trabajaba ayer en dos de las líneas básicas para atender la delicada situación que se vive en Melilla. Primero, reforzará de inmediato el despliegue policial en la zona paralelo al reforzamiento de las medidas de seguridad en la valla, pero además ha tenido que poner en marcha un operativo humanitario para poder atender a las cerca de 1.900 personas que ayer permanecían en el CETI de Melilla, el cuádruple de su capacidad.

Interior anunció que enviará a otros 120 agentes de la Guardia Civil y la Policía, 20 de un módulo de intervención rápida del Instituto Armado – ya había desplegados 60 – y 100 de las UIP de la Policía, que se unirán a los 50 compañeros que ya prestan servicios. Desde que comenzó esta crisis, el refuerzo total en la Ciudad autónoma ha sido de 230 agentes.

Pero si en el plano operativo la situación es muy delicada, la situación que en el CETI de Melilla no lo es menos. Si no se ha producido un colapso en su funcionamiento es por el esfuerzo de unos trabajadores al borde del agotamiento y el refuerzo de los turnos.

«La situación es angustiosa, estamos al límite de nuestras posibilidades», explicaban ayer a ABC fuentes del Centro, que cifraban en unos 1.900 los inmigrantes irregulares a los que hay que atender, cuando son unas instalaciones preparadas para acoger a 480 personas.

Una vez más, el Ejército y la Cruz Roja se han implicado a fondo. Ayer montaron en tiempo récord otras 15 tiendas de campaña, con lo cual ya son 26 las desplegadas, diez fuera del recinto del CETI. El Ejército ha cedido además literas para 402 personas y 466 bandejas para reparto de comida, y la Cruz Roja repartió 200 lotes de mantas y ropa. Al menos, no hay problemas graves de convivencia.

«Nos han dicho que se van a reforzar los traslados a la Península», explicaban las fuentes, que saben que es la única solución a corto plazo.