Fue la primera banda latina que se detectó en Catalunya y en Madrid, los latin kings, e incluso una facción llegó a considerarse como asociación cultural; pero a finales del 2012 fue declarada ilegal en la comunidad madrileña por su Audiencia Provincial. En los últimos meses se habían convertido en una de las principales preocupaciones de la policía autonómica: las garras de los reyes latinos llegaban a toda Catalunya, salvo a Lleida, y se estaba volviendo incluso más poderosa de lo que había sido. Ayer esta banda sufrió un duro golpe. El objetivo es hacerla desaparecer de Catalunya. Hubo una veintena de detenidos, entre ellos sus principales líderes, y otros tantos registros. La policía autonómica logra así un doble objetivo: ataca a una banda que se fortalecía y a la vez demuestra que su cambio de estrategia, mucho más ofensiva que en años anteriores, es una realidad consolidada. De los tiempos de la mediación y la observación se ha pasado a un periodo de potente reacción, visualizado ya el año pasado con la desarticulación de los black panthers. Ese giro en el tratamiento de la lucha contra las bandas se produjo hace tres años y ahora da frutos.

JORDI ROVIRALTA Nuevo golpe. La veintena de detenciones de ayer se hicieron en diversas ciudades simultáneamente; en la foto, una en la calle Assaonadors, en Barcelona

La operación de ayer, que continúa abierta, comenzó en torno a las seis de la mañana de forma simultánea en diferentes puntos de la ciudad de Barcelona, en poblaciones de su área metropolitana como Sant Vicenç dels Horts, Santa Coloma de Gramenet, l’Hospitalet de Llobregat, Badalona, Montcada i Reixac, Sant Andreu de la Barca…, pero también en Girona y en Salt.

En el dispositivo, el mayor despliegue que se ha realizado hasta ahora contra una banda latina en Catalunya, participaron más de un centenar de agentes, de seguridad ciudadana y de la división de investigación criminal; pero también de la brigada móvil (antidisturbios), del área de recursos operativos (ARRO) e incluso de los grupos especiales de intervención, formados para actuaciones de alto riesgo, entre otras, medidas de rescate o de lucha antiterrorista. Ayer se esperaba dar con todo tipo de armas y así pasó.

La operación tuvo como objetivo desarticular la cúpula del

Reino de Barcelona (los latins tienen dividida España en cuatro reinos: Barcelona, Valencia, Murcia y Madrid, también conocido este último como el Reino

Inca) y poner freno a la banda latina con más miembros y con mayor extensión geográfica, la banda más amplia de toda Catalunya, con tentáculos por casi toda la comunidad exceptuando Lleida (le siguen, aunque a distancia, ñetas, que también se han reorganizado; trinitarios y los MS13 que también están en el punto de mira de la policía).

Según fuentes próximas a la investigación, entre los detenidos hay algunos incas o primeras coronas de capítulos (la unidad base territorial en la que se articula la banda); jefes de guerra, que son los que se ocupan a coordinar agresiones y reyertas (también de mantener la disciplina interna); pero, también, príncipes de corona –que coordinan varios capítulos– e incluso sagrados y el inca supremo, máximos responsables del Rei

no de Barcelona.

En los últimos meses se habían reforzado y habían aumentado también el ritmo en la captación de miembros por toda Catalunya con la intención de sus líderes de quedarse con gran parte del mercado interno de la droga, aunque esto supusiera arrebatarle negocio a algunas de las bandas rivales (ahora no priman las luchas por parques, ahora prima el negocio). Es lo que los especialistas han calificado de “salto cualitativo” y que ha obligado a ejecutar la ofensiva policial.

En el Born, concretamente en la calle Assaonadors, vivía uno de los supuestos líderes de la banda en Catalunya. Hasta su domicilio se desplazó un equipo de la unidad canina de los Mossos para buscar drogas. Cerca de allí, también se registraba un local que la banda utilizaba como punto de encuentro (las reuniones de los capítulos son semanales, la de los responsables de capítulos mensuales).

Y es que, como ya ocurrió la semana pasada en la otra operación contra los bloods –que en este caso, se saldó con 25 detenidos–, la actuación policial de ayer tiene como objetivo “descabezar” a los latins, pero también recabar todo tipo de pruebas que demuestren su actividad como organización criminal dedicada, principalmente, al tráfico de drogas como modus vivendi. Y con una estructura compleja, propia del crimen organizado.

En este sentido, en la operación de ayer –ordenada por un juez y bajo secreto de sumario– se hallaron diversas armas blancas y de fuego, drogas y documentación sobre una banda piramidal, muy jerarquizada, y que en Catalunya está relacionada con homicidios, lesiones, amenazas, peleas multitudinarias, coacciones, tenencia ilícita de armas o delitos contra la salud pública.