Cien ‘yihadistas’ residentes en España se han trasladado a Siria

Diversos informes policiales ponen de relieve que nuestro país sigue siendo hoy una «base durmiente» de radicales

El Mundo, FERNANDO LÁZARO MADRID, 11-03-2014

España tiene un problema permanente con el terrorismo islamista que, como si fuera una úlcera, molesta, duele e incordia de forma periódica. Los servicios de inteligencia advierten en sus informes de que el fundamentalismo islámico, vía hacia el yihadismo, sigue plenamente vivo en España una década después del atentado del 11-M, cuyo aniversario se conmemora hoy.

Informe tras informe, tanto el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) como la Policía Nacional y la Guardia Civil no se cansan de insistir en que el riesgo sigue presente.

Entre otros elementos, constatan que España es una «base durmiente» de radicales, como se puede comprobar en la guerra civil de Siria. Según los informes que obran en poder de este periódico, en los últimos meses un centenar de yihadistas asentados en España se han trasladado al país de Oriente Próximo vía Marruecos.

Según los informes de los servicios de inteligencia, desde finales del pasado año han abandonado España una media de 30 islamistas radicales al mes. En muchos casos han viajado junto a sus mujeres e hijos.

Además de constatar la importante cantidad de fundamentalistas que residen en España, pero que aun así están dispuestos a tomar las armas, los analistas advierten de una segunda derivada del peligro: su regreso tras combatir en el extranjero, tras recibir entrenamiento y con experiencia bélica.

Los especialistas en la seguridad del Estado señalan en sus escritos que estos muyahidin viajan primero a bases de entrenamiento «donde, además de adoctrinarles, les enseñan el manejo de todo tipo de armas y explosivos».

Por este motivo, los analistas advierten de la peligrosidad que estas personas procedentes de España alcanzan cuando abandonan los campos de entrenamiento. Aunque su destino es participar en la Guerra de Siria, los servicios de inteligencia señalan que más pronto que tarde algunas pueden regresar «y tendremos varias decenas de tipos, perfectamente adiestrados con experiencia de guerra, residiendo en España y esperando recibir de nuevo órdenes de los radicales».

En estos informes se constata no obstante que algunos de estos españoles que se han marchado a Siria han muerto en atentados suicidas.

En España operaba una red que se dedicaba a reclutar muyahidin con destino al país de Oriente Próximo. Esta red, que centraba sus actuaciones en Ceuta, tenía además una conexión con otra trama similar en la localidad de Castillejos (Marruecos). La trama española fue prácticamente desmantelada por las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado –aunque no del todo– en la operación Cesto, una actuación policial coordinada entre Francia y Bélgica, como recogen los informes. Pero la trama marroquí «sigue activa».

Esta red ha podido trasladar a Siria no menos de 600 muyahidin, un centenar desde España y el resto desde Marruecos. El dirigente de la trama es Mohamed E., alias Omar, residente en Castillejos, «que es quien capta voluntarios y organiza y coordina su desplazamiento a Siria». Cuenta con la colaboración de otros dos ciudadanos marroquíes, hermanos, uno de los cuales actúa de «intermediario» en España. En Turquía, la red cuenta con la colaboración de una persona llamada Tatrek, que es quien recibe a estos yihadistas y se encarga de que lleguen a Siria.

Es decir, los captados (españoles y marroquíes) parten del reino alauí y, desde allí, viajan hasta Turquía, desde donde son trasladados a Siria. Las comunicaciones desde Marruecos se realizan con teléfonos móviles españoles, porque los integrantes de la red entienden que «no son controlados por las autoridades marroquíes».

El destino final en Siria suele ser un campamento de entrenamiento cercano a la localidad de Latakia. «Después de adoctrinamiento ideológico y la instrucción en el manejo de armas y explosivos, los yihadistas pasan a engrosar las filas de los que combaten contra las fuerzas del régimen de Al Asad, integrados en organizaciones vinculadas a Al Qaeda».

Cuando los reclutados en España llegaban a Siria, inicialmente se integraban en dos organizaciones vinculadas a Al Qaeda: Jabhat Al Nusra Fi Ahl Al Sham (también conocida como Frente Al Nusra) y Estado Islámico de Irak y Levante (conocida por las siglas ISIS). Pero en los últimos tiempos también se ha detectado la incorporación de estos españoles en una nueva estructura terrorista denominada Harakat Sham Al Islam, otra filial de Al Qaeda.

Su líder, Abu Ahmed, es un antiguo miembro del Grupo Combatiente Marroquí que en los años 90 participó como voluntario en la Guerra de Afganistán. Años después, en 2002, fue capturado por los aliados y trasladado a Guantánamo, siendo extraditado a Marruecos en 2005, donde cumplió una condena de seis años por terrorismo. Finalmente fue puesto en libertad.

Abu Ahmed apareció de nuevo en el escenario yihadista en Siria, donde ha creado su propia estructura terrorista. Dispone de campos de entrenamiento en Latakia y su zona de actuación se centra en los alrededores de Alepo. El grupo está compuesto fundamentalmente por voluntarios procedentes de Marruecos.

España ya ha detectado y sabe que varios de las personas residentes en la Península que se han ido a Siria han participado en atentados terroristas suicidas. De hecho, hay constancia de que seis de estos españoles han muerto en el conflicto, tres de ellos en acciones suicidas. Uno murió en un ataque en la localidad de Idlib, en una acción reivindicada por Al Qaeda.

Los analistas policiales constatan que Siria es actualmente «el país receptor por excelencia de los yihadistas o combatientes extranjeros que van a efectuar a otro país su particular yihad, para luchar contra el régimen de Asad».

Destacan en sus escritos la gravedad de lo que está ocurriendo en Siria. Así, estiman que en el conflicto están luchando unos 10.000 «combatientes extranjeros» de 30 países, de los que 3.000 han entrado en el país a través de la frontera con Turquía. El país del que proceden más yihadistas es con toda probabilidad Túnez, de donde provienen 1.500 combatientes.

Desde Europa, las estimaciones policiales apuntan a que se han desplazado a Siria no menos de 900 yihadistas.

Marruecos ha aportado 600 combatientes a este peculiar y peligroso ejército. También hay 500 turcos. Al igual que España, desde Francia también se cree que han salido más de un centenar de ciudadanos radicales con destino a Oriente Próximo a combatir contra el régimen de Asad.

Asimismo, desde Bélgica la estimación queda algo más rebajada, con unas 70 personas que han acudido a la llamada del terrorismo internacional.

En todo este conglomerado es donde se funden los que están combatiendo por convicción contra el actual régimen con los que simplemente forman parte de las redes controladas por Al Qaeda.

Como se encargan de recordar los analistas, antes de entrar en combate los voluntarios reciben cursos de adiestramiento, a diferencia de lo que ocurría en Afganistán o Irak, donde directamente eran destinados a la comisión de atentados suicidas. Por su origen, los yihadistas más numerosos son magrebíes, de entre 30 y 35 años. En octubre de 2013 se produjeron en Reino Unido las primeras detenciones de individuos que, tras volver de Siria, planeaban un atentado en territorio británico. Este es el gran temor de Europa.

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