Alrededor de sesenta inmigrantes clandestinos franquearon el miércoles de madrugada la valla fronteriza que separa Marruecos del enclave español de Melilla , tras un primer intento de asalto masivo realizado por 300 personas durante la noche, anunció la Delegación del Gobierno en esa ciudad.

«Sobre las 7.00 (6.00 Gmt) se produjoun asalto de unos 150 inmigrantes aproximadamente, por la zona de los Cortados de Aguadú, de los que se calcula pudieron entrar unos 60», informó una portavoz de la delegación.

Anteriormente, «se produjo un intento de entrada a Melilla de un grupo de unos 300 inmigrantes sobre las tres de la madrugada,que finalmente no lograron entrar y se quedaron a unos 300 metros de la valla», precisó.

Según el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, el segundo grupo fue «bastante violento en el intento de entrada, bastante violento en la valla, lanzando piedras y atacando con palos» a los guardias civiles en el lugar.

«Después de entrar se dispersaron» y «muchos de ellos intentaron refugiarse en algunas casas y hubo llamadas a la Policía, a la Guardia Civil (…), alertando los vecinos de su presencia», agregó ante los periodistas.

Los inmigrantes «no fueron en absoluto violentos en las casas», precisó.

La triple valla fronteriza que rodea la ciudad española de Melilla , situada sobre la costa Mediterránea en el norte de África, tiene 11 kilómetros de longitud y hasta siete de alto.

La decisión de las autoridades españolas hace unos meses de volver a instalar alambradas de espino con elementos cortantes en la parte superior de la valla, un dispositivo que había sido suprimido en 2006, provocó las protestas de organizaciones de defensa de los derechos humanos así como de la oposición socialista.

El 5 de noviembre, un inmigrante murió durante un asalto masivo de unos 200 clandestinos, después de caer desde lo alto de la valla en el lado marroquí.

Entre el 1 de enero y el 17 de septiembre del año pasado, unos 3.000 clandestinos intentaron entrar en España saltando las vallas fronterizas con Marruecos, según el ministerio del Interior. El 77% de ellos fueron rechazados. Un total de 1.610 inmigrantes lo habían intentado en el mismo periodo de 2012.

Guardias civiles heridos

El delegado del Gobierno en Melilla , Abdelmalik El Barkani, denunció «la violencia con la que se emplearon los inmigrantes» durante la avalancha del miércoles, hiriendo «a tres guardias civiles», al usar piedras y palos para evitar que se les interceptara.

En declaraciones a los periodistas, El Barkani subrayó «que los inmigrantes fueron especialmente violentos en la valla, lanzado piedras y usando palos» para impedir que la Guardia Civil les interceptara.

Sin embargo, admitió que una vez que accedieron a la ciudad melillense y empezaron su carrera, ya dejaron de usar esos objetos contundentes. En este sentido aseveró que cuando se escondieron en las azoteas de algunas viviendas, como en un edificio donde se atrincheraran 25 subsaharianos durante unas horas, «no usaron la violencia» con los que allí residían aunque admitió que al esconderse en zonas habitadas «despertaron la alarma entre los vecinos» de dichas edificaciones.