El juzgado de instrucción número 2 de El Vendrell ha imputado por un presunto delito de homicidio imprudente a ocho agentes de los Mossos d’Esquadra por la muerte de Yassir El Younoussi, detenido en los calabozos de la comisaría de El Vendrell (Baix Penedès) el pasado 31 de julio por un presunto delito de atentado contra la autoridad. El padre del fallecido denunció los hechos y ayer trascendió la imputación de los agentes junto con el médico y la enfermera del Servei d’Emergències Mèdiques (SEM) que atendieron al detenido, de 27 años.

El informe médico forense elaborado por orden del mismo juzgado y entregado este martes concluye que “la causa fundamental de la muerte es una reacción adversa al consumo propio de cocaína”. A pesar de esto, y respondiendo a la pregunta de la juez de “si aumentaron las probabilidades de producirse la muerte del detenido al ser reducido por los agentes de los Mossos d’Esquadra”, el médico forense admite que “una situación estresante pudo haberse sumado a la causa principal de la muerte, sin poder determinar el grado de participación de dicha circunstancia”. El detenido falleció por un fallo cardiaco después de ser inmovilizado en su celda. Según consta en el acta judicial de levantamiento de cadáver a la que ha tenido acceso La Vanguardia, en la que el secretario judicial realiza la transcripción a tiempo real del vídeo gravado por la cámara de seguridad en la celda, durante 38 minutos el detenido permaneció inmóvil en el suelo con el casco puesto, hasta que cuatro agentes entraron de nuevo en la celda para quitarle el casco y las correas de sujeción e intentaron reanimarlo. El personal del SEM llegó a la celda 14 minutos después pero no pudo hacer nada para reanimar al detenido.

El auto de imputación, emitido por el juzgado este lunes, pone en duda la actuación de los agentes, que para reducir al detenido utilizaron un casco de motocicleta y le inmovilizaron de cuerpo entero. El Departament d’Interior dice que los agentes aplicaron el protocolo para evitar que el detenido se autolesionase golpeando su cabeza contra los barrotes y las paredes del calabozo.

El conseller d’Interior, Ramon Espadaler, defendió ayer la actuación de los agentes imputados, que no serán suspendidos. “Pensamos que aplicaron correctamente el protocolo”, destacó.

Junto con cuatro de los agentes que redujeron al fallecido, la juez también ha imputado a cuatro Mossos que registraron al detenido antes de ingresar en la celda. La juez cuestiona las medidas de control y custodia del fallecido, que, tal como considera probado el informe forense, consumió cocaína entre 30 y 120 minutos antes de morir, cuando ya estaba bajo custodia policial.

El informe médico forense detalla también que el fallecido golpeó su cabeza contra los barrotes y las paredes del calabozo y que podía estar “agitado por el consumo de cocaína”. El personal médico visitó al detenido horas antes de que sufriera el fallo cardiaco, pero concluyó que este había simulado encontrarse mal. En el cuestionario enviado por la juez al médico forense se hace evidente que la magistrada duda también de la correcta aplicación del protocolo médico seguido cuando el fallecido estaba bajo custodia policial. Dicho informe considera, no obstante, que la actuación del personal médico fue correcta.