Fuentes policiales cifran en 12.000 las víctimas de trata de seres humanos en España solo en el año 2012. Detrás de los datos, están las historias de las personas que sufren esta lacra, la nueva forma de esclavitud del siglo XXI. Sin embargo, la opinión pública conoce muy poco sobre este mundo. Este martes, la investigadora Helena Maleno, especializada en migraciones y trata de seres humanos, participó en una mesa redonda en el Ateneo de Málaga en la que se presentó el libro ’Cautivas, escrito por el presidente de la Comissió Catalana d´Ajuda al Refugiat, Miguel Pajares.

Para Maleno, la opinión pública tiene un gran desconocimiento sobre la trata de seres humanos. «Sobre todo la relacionan con la trata con fines de explotación sexual, pero está mucho más cerca de lo que pensamos», dice. Así, señala que en España está muy presente la explotación laboral, matrimonios forzados, en el servicio doméstico… «Son situaciones invisibles para la mayoría de la población, pero que pasan cada día delante de nuestros ojos», indica.

También en la inmigración regularizada

La trata de personas no solo afecta a la inmigración regular, según señala Maleno. «Hay muchas personas procedentes de Europa del este que caen en las mafias, pero que tienen todos los papeles en regla. Esto dificulta mucho más si cabe la intervención policial en el caso de una denuncia», indica esta experta, quien recuerda que la trata de seres humanos es el tercer negocio más lucrativo del mundo, por detrás de la venta de armas y de las drogas.

Otra de las dificultades a la hora de luchar contra esta explotación es que los delitos quedan muchas veces impunes. «Tenemos noticias de muchas desarticulaciones de redes en los medios de comunicación, pero menos de penas a los responsables de estos entramados criminales porque los juicios se basan siempre en la denuncia de una víctima, y ésta no siempre continúan con el proceso», asegura Maleno, que critica la deficiente protección de testigos existente en España. «Pedimos cambios para que las ONG que trabajamos con las víctimas podamos también personarnos en los casos para que la trata de personas no les salga tan barata a los criminales», asegura.