En Donostia las solicitudes han crecido un 60% hasta alcanzar las 13.404, cuando oferta 3.340 plazas
La oficialidad, calidad de las clases, el precio y la crisis, factores que explican el aumento

Que las escuelas oficiales de idiomas son incapaces de absorber la creciente demanda no es ninguna novedad, aunque sí resulta más noticioso el porcentaje en el que se han disparado las solicitudes. Las peticiones para los centros guipuzcoanos se han incrementado de forma espectacular, al crecer de las 14.657 del año pasado a las 21.697 de este curso, lo que supone un aumento del 58%. Entre 2011 y 2012, la subida fue del 21,68%. Gipuzkoa oferta este año 8.384 plazas, con lo que seis de cada diez solicitantes no han conseguido entrar, tal y como han podido comprobar en las listas provisionales que se han publicado esta semana.

Por volumen de alumnos, la escuela de Donostia es la más importante. En total oferta 3.340 plazas y ha recibido nada menos que 13.404 solicitudes. El curso pasado, se contabilizaron 8.337. «No cabe duda del gran interés y de la demanda, aunque en algunos casos hay quien solicita plaza en varios idiomas a pesar de que quiere aprender solo uno», matiza su director, José Luis Argomaniz. No obstante, las cifras no dejan lugar a dudas. ¿Por qué semejante avalancha de solicitudes? El director del centro donostiarra lo atribuye a la combinación de varios factores: «Por una parte está la oficialidad de los títulos, que es un atractivo. El hecho de que sea económico y público es otro atractivo mayor. También influye que las escuelas tienen afortunadamente prestigio y funcionan muy bien».

Argomaniz apunta también a otro aspecto desgraciadamente muy actual, como es la recesión y el paro. «Es importante, porque en época de crisis nos formamos más. Quizás dejamos de invertir en otras cosas, pero no en educación, porque creemos que es un puente para salir de esta situación». También hay que tener en cuenta la cantidad de estudiantes que se desplazan al extranjero gracias a programas europeos como Erasmus.

A la espera del traslado

El hecho de que se haya anunciado el ansiado traslado del centro donostiarra de la no tan accesible calle Zemoria, en Gros, a la más céntrica y cómoda antigua Escuela de Comercio del Instituto Usandizaga-Peñaflorida, en Amara, también ha podido influir. «Pero ya dijimos que nos iremos después de Navidades, luego la matrícula de este año no hemos podido aumentarla. En los próximos años ya tendremos más espacio y la esperanza es que podamos ir sumando paulatinamente más plazas», dice Argomaniz, quien matiza también que todo dependerá de la evolución de la situación económica y del presupuesto que maneje el Departamento vasco de Educación, del que dependen estos centros. No obstante, vista la actual demanda no se antoja sencillo que los centros puedan pasar a absorberla en su totalidad.

En el resto de los centros guipuzcoanos las peticiones también suben de forma notable. En Eibar han crecido un 38%, en Irun un 20%, en Ordizia un 25% y, en Tolosa, un 33%.

El inglés sigue siendo, con diferencia, el idioma más demandado. En Donostia, por ejemplo, se han recibido 6.731 solicitudes, la mitad del total, para 1.385 plazas. En Irun, para las 830 plazas se han tramitado 1.647 peticiones y en Ordizia, 802 personas aspiraban a una de las 460 sillas en clase de inglés.

De los datos, Argomaniz destaca las 1.472 solicitudes para aprender alemán, o el gran tirón del francés. «En Donostia es nuestra tercera lengua. Estamos a 25 kilómetros de la frontera y hoy en día casi todos los comercios te exigen hablar francés». En hostelería también es un idioma cada vez más demandado. «Siempre hemos tenido mucha gente interesada en el francés, y también personas de cierta edad que han retomado este idioma que aprendieron cuando eran bachilleres».

Clases de español

Aunque la demanda supera ampliamente a la oferta, hay un idioma en el que todos los solicitantes tienen plaza asegurada: el español. Solo se cursa en Donostia y hay 140 plazas, destinadas a alumnos que cumplen una serie de requisitos (por ejemplo hay que tener tarjeta de residencia) y que en la mayoría de los casos han cursado estudios superiores. «Son, por ejemplo, gente que viene del mundo de la ciencia, como Biomagune, Nanogune, BCBL… También van a estas clases profesores de inglés del extranjero», cuenta Argomaniz.

Aunque la mayoría de los solicitantes no han encontrado su DNI en las listas provisionales de admitidos, aún quedarán huecos, ya que no todos los aceptados llegan a formalizar y abonar la matrícula. «Que la gente sepa que aunque no haya entrado en la primera fase, todavía saldrán plazas. Hay que ser realistas y no son muchas, pero puede haber entre un 8 y 10% que no se cubran en esta primera fase».