Mar de Fondo

Mea culpa, mea culpa

Diario de noticias de Gipuzkoa, por xabi larrañaga, 28-09-2013

El número es de Walter Williams, intelectual yanqui. Cada año son asesinados en EEUU unos 7.000 negros o, si lo prefieren, hombres y mujeres de color. Según datos oficiales 279.834 negros, aquí subsaharianos, encontraron allí la muerte de forma violenta entre 1976 y 2011. Antes de ciscarnos en el Ku Klux Klan, vindicar a Luther King y entonar el mea culpa – a los blancos o caucásicos me refiero – , conviene saber que en el 94% de esos casos el asesino fue un hermano de raza o, sigamos la normativa, otro afroamericano. Tal vez el criminal adorara a Malcolm X, aunque no más que su víctima.

Sin duda hay razones históricas que ayudan a entender la precaria situación de la comunidad negra en muchos países, como las hay que explican la del mundo árabe o el pueblo gitano. Pero digo yo que alguna vez también debería confesar sus pecados el Otro, ese al que la mera existencia de Occidente le sirve de perenne excusa. O quizás estemos condenados a que nuestro secular delito – el nacer pérfidos blancos o caucásicos – no caduque nunca, y nos corresponda responsabilizarnos de toda injusticia que sufra la humanidad hasta el fin de los tiempos.

Hoy nadie mata a más árabes que los árabes, como nadie mata a más negros que los negros. No es una opinión, es un dato. Y sin embargo el cargo de conciencia, gran invento judeocristiano, nos asalta cada vez que encendemos la televisión. Ya pueden violarse y quemarse unos a otros en Mogadiscio o Tombuctú, que al fondo siempre asomará la sombra crítica de una mano blanca manchada de sangre. La culpa, como mínimo, de Francia. Por cierto, el maestro Williams es negro o nigger, con perdón. Así que habrá que tacharlo de vendido y aclimatado al White Power. Esto es racismo del bueno: el pensar que el Otro, que los Otros son incapaces de degollarse como nos hemos degollado siempre los blancos. Balas negras, balas negras, contra la oveja negra, pues. Siento que la verdad trastoque una magnífica canción.

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