La inmigración irregular se redujo un 30% en el 2012

Los cayucos casi han desaparecido de las costas canarias

La Vanguardia, LUIS IZQUIERDO, 25-01-2013

La inmigración de carácter irregular volvió a descender otro peldaño el año pasado confirmando la tendencia a la baja y dejando el número de personas interceptadas en las costas españolas en 3.804, un 30% menos que en el 2011. Un total de 36 inmigrantes perdieron la vida en el intento.

Lo contó ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien destacó que “se ha conseguido esa disminución a pesar de que Europa mantiene un atractivo importante para la inmigración africana y de que han aumentado las presiones migratorias por la situación convulsa de la región subsahariana”.

Una de las posibles vías migratorias de esa región africana es precisamente la ruta hacia Canarias, pero también allí se registró el año pasado un descenso con un récord a la baja desconocido desde 1997. El número de inmigrantes interceptados en aguas del Atlántico fue el año pasado de 173, lo que puede considerarse casi anecdótico en relación con los 31.678 que fueron apresados en lo que se denominó la crisis de los cayucos, en el año 2006.

El ministro no quiso dejar pasar la ocasión para destacar la importancia que tiene en la consecución de esos registros la colaboración de países como Marruecos, Mauritania y Senegal, de donde parten los cayucos.

Con relación al volumen global de la inmigración irregular por vía marítima, Fernández Díaz recordó que la cifra de personas interceptadas el año pasado es muy limitada incluso cuando se compara con las del 2001 o el 2002, primeros años con una verdadera presión migratoria. En esos años, las intercepciones ascendieron a 18.500 y 16.600 inmigrantes detenidos.

El principal punto de tensión de la inmigración africana lo constituye la ciudad autónoma de Melilla. Fue el único lugar en el que creció la detención de personas que pretendían entrar en España de forma irregular en un año de notable descenso en el conjunto del país.

El titular de Interior expuso ayer que la presión sobre la reforzada valla de Melilla es la lógica consecuencia del buen funcionamiento de los dispositivos para interceptar pateras o cayucos tanto en la costa mediterránea como en Canarias. Fernández Díaz calculó en unos cuantos miles la bolsa de inmigrantes subsaharianos que esperan en Marruecos la forma de alcanzar Europa y anticipó un mayor incremento de la presión migratoria como consecuencia de la inestabilidad en África occidental y de la guerra en Mali.

Por lo que se refiere a las expulsiones de extranjeros que ya se encontraban en España pero que no tenían la documentación precisa, se ejecutaron 10.130, lo que supone 1.200 menos que en el año anterior. El máximo responsable de la seguridad en España matizó, no obstante, que lo importante es que el número de expulsiones cualificadas –de aquellos extranjeros con antecedentes policiales o judiciales– ha crecido hasta el 87%.

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