La providencia se alió con la rápida intervención policial para poner a buen recaudo a los tres presuntos integrantes de una banda georgiana especializada en aligerar de objetos casas ajenas mediante el método del resbalón, apto para forzar cerraduras con una tarjeta o similar. En concreto, la actuación de la Ertzaintza pilló in fraganti a los sospechosos mientras trataban de entrar en varios pisos de El Pilar meses después de que uno de esta terna fuera sorprendido en idéntica situación en varios barrios de la capital vizcaína. Pues bien, parece que la suerte de este grupo ha terminado, al menos, durante un tiempo. No en vano, el magistrado responsable del caso ha decidido su ingreso en prisión, a la que accedieron el martes por la noche.

La detención se produjo en la tarde del pasado domingo una vez alertada la Policía autonómica de la presencia de varios individuos merodeando por el portal y las escaleras de un inmueble situado en la calle Nicaragua de la capital alavesa. Los agentes localizaron a tres varones que habían intentado abrir las puertas de algunos de los pisos que estaban cerradas únicamente por golpete, sin giro de llaves, utilizando para ello unos plásticos semirrígidos.

Sea como fuere, lo cierto es que durante el martes, los tres implicados, fueron presentados en el Juzgado donde a primera hora de la noche se decretó su traslado al Centro Penitenciario de Álava en Iruña de Oca. Uno de ellos ya fue detenido en el mes de abril del pasado año junto con otros dos hombres de la misma nacionalidad, pertenecientes a una banda internacional especializada en robos en viviendas, por numerosos asaltos registrados en domicilios situados en los barrios bilbaínos de Santutxu y San Ignacio.

En otro orden de cosas, la Ertzaintza detuvo, también el martes, a un varón por ser el presunto autor de un delito de robo. Al parecer, el arrestado agredió a la camarera de un bar con la intención de adueñarse del dinero de la caja registradora. Esta persona regresó al lugar del incidente y manifestó haberse arrepentido de su comportamiento.

El caso es que pasadas las cinco y media de la tarde se solicitó presencia policial en un bar de la calle Boulevard de Mariturri porque se había cometido un robo. Una vez en el local los ertzainas contactaron con la camarera, quien les informó que minutos antes se había quedado sola en el bar junto a un cliente que de forma repentina entró en la barra. Éste le exigió que le entregara el dinero y la dio un empujón tirándola contra unas cajas. Acto seguido la trabajadora abandonó el establecimiento y pidió auxilio. Instantes más tarde el sospechoso también huyó del local hostelero. Se da la circunstancia de que el presunto autor de estos hechos había regresado y se encontraba en el exterior del bar cuando fue interpelado por los ertzainas. Reconoció lo sucedido y aseguró que había vuelto porque se había arrepentido de sus actos. La empleada fue acompañada al servicio de urgencias del Hospital de Santiago para ser atendida de las lesiones sufridas. El detenido, de 34 años, pasó a disposición judicial.

Aparte, el Departamento de Seguridad informó de que agentes de seguridad ciudadana adscritos a la comisaría de Gasteiz detuvieron en la tarde del martes a un varón de 40 años de edad por quebrantar una medida de alejamiento de su expareja. La patrulla que realizaba este servicio de contravigilancia en relación a una orden de protección a una víctima de violencia de género detectó la presencia del hombre en las inmediaciones del portal donde vive la mujer y procedió a su detención.