Vitoria. Las bandas organizadas procedentes del Este de Europa especializadas en asaltar viviendas han puesto en jaque durante mucho tiempo a los distintos cuerpos policiales que operan en Euskadi, pero su trabajo ha logrado desarticular en los últimos años a un buen número de estos grupos. El último suceso registrado este pasado domingo en el barrio de El Pilar ha hecho volver la vista atrás inevitablemente, hacia ejercicios especialmente críticos en este campo como 2011, pese a que la detención de los tres integrantes de esta banda de georgianos no fuese ni de lejos tan espectacular como otras operaciones anteriores. La más mediática tuvo lugar en febrero de ese ejercicio, cuando la Ertzaintza logró descabezar una organización de origen georgiano especializada en desvalijar viviendas mediante una operación coordinada en tres domicilios de la ciudad, donde se escondían los cabecillas del grupo. Inicialmente se detuvo a tres individuos, aunque la lista se extendió a diez en las semanas posteriores.

Meses después, tanto la Ertzaintza como la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Álava constataron que varias bandas llegadas de países como Georgia, Bulgaria, Rumanía o de regiones como Kosovo se estaban dedicando de nuevo a saquear pisos, viviendas de la zona rural del territorio y naves industriales. Sus integrantes, con experiencia en cuerpos policiales o incluso el ejército, solían acreditar alta cualificación, y sus trabajos incluían la contravigilancia, los asaltos y las huidas de compleja preparación. Varios de estos ladrones, con residencia fija en Barcelona, sólo acudían a Álava a trabajar, sobre todo en pisos y chalets.

En septiembre de ese mismo ejercicio, la Ertzaintza volvió a irrumpir en otro domicilio de Gasteiz, ubicado en el barrio de Zaramaga, donde fueron detenidos cinco jóvenes rumanos acusados de asaltar varias viviendas y empresas. En concreto, la banda se especializó en desvalijar casas aisladas en las áreas rurales y naves industriales durante los fines de semana.

El pasado 2012 fue un año mucho más tranquilo en la provincia, pero el suceso de este pasado fin de semana ha vuelto a poner en alerta a las fuerzas de seguridad.