Pontevedra

La comunidad gitana vela por el descanso seguro de sus difuntos

Hallan en un cubo de basura el botín sustraído del cementerio de San Mauro

La Voz de Galicia, López Penide, 22-01-2013

«Para nosotros los muertos son sagrados. El que hizo esto no tiene perdón… El dolor que sentimos es muy grande». Tras dos profanaciones en tumbas de la comunidad gitana en el cementerio de San Mauro, miembros de esta cultura asentados en Vilaboa y O Vao (Poio) comenzaron este domingo una vigilancia del entorno del camposanto pontevedrés.

Durante las horas diurnas, permanecen en el interior del recinto y al cerrar las puertas del mismo, a eso de las cinco de la tarde, se asientan en una furgoneta con la que continúan la vigilancia. El objetivo, tal y como señaló el hermano de un gitano fallecido hace poco más de un mes y cuya tumba fue una de las profanadas en la madrugada del viernes pasado, es evitar que este tipo de situaciones se vuelvan a repetir.

Vecinos del poblado marginal de O Vao son, sin embargo, más explícitos. Sotto voce, no lo dudan a la hora de afirmar que su principal interés es identificar a los asaltantes y darles un escarmiento. No es de extrañar, por tanto, que su reacción cuando uno se identifica como periodista es decirle: «No cuentes nada de esto en el periódico. No se vayan a enterar de que los estamos esperando y no aparezcan».

Está claro que lo que ocurrió este viernes fue la gota que colmó el vaso. Todos coinciden y remarcan que este suceso no es comparable al robo en una casa. «Es más grave. Esto es algo imperdonable. Destrozos como los del otro día, nunca», remarcó uno de los gitanos que ayer se congregaron en el camposanto.

Y mientras tanto, la investigación policial sigue su curso para tratar de esclarecer este suceso. Por lo pronto, ayer fue localizada una prueba que puede significar un gran avance.

A primera hora de la mañana, un empleado del cementerio de San Mauro localizó en un cubo de la basura próximo a las tumbas que fueron dañadas una pequeña cajita que había sido sustraída. De inmediato se dio aviso a la Policía Local de Pontevedra que, a su vez, informó del hallazgo a la Comisaría.

Agentes de la brigada científica realizaron ayer un análisis de este objeto para tratar de localizar huellas dactilares o cualquier otro resto que pudiese conducirles hasta el autor. Al respecto de esta caja, el hermano del difunto, que pidió permanecer en el anonimato, explicó que «no tiene más valor que el sentimental. Dentro solo había unos cupones de la ONCE y un rasca. Buscaban oro, pero no había nada de nada».

cRÓNICA laS REPERCUSIONES DE LAS PROFANACIONES DE SAN MAURO

La policía trata de localizar huellas dactilares en una cajita depositada en un ataúd

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