María Vink, junto a su perro. :: MANUEL HERRERO

De procedencia holandesa es María Vink De Wit, aunque hace cuarenta años que se casó con un murciano, por lo que ella se considera murciana de adopción. En su país se especializó en Comercio y Filología y en España lleva 30 años trabajando en el área de la exportación. Ha tenido su propia empresa de asesoramiento internacional; ahora está jubilada. Es patrona fundadora de la entidad Fundación Ayuda, Desarrollo y Educación (FADE), que lleva funcionando en Murcia ocho años. Su primer presidente fue Patricio Leal y ella cumple un año en la presidencia y, junto con su equipo de profesionales – María Solís, Cristina Alcántara y Verónica Álvarez – , desarrolla un buen número de actividades con impacto en la Región.

- ¿Hacia dónde se dirige vuestro desarrollo?

- Tenemos, digamos, cuatro pilares: el programa ‘Aporta’, dirigido a la mujer inmigrante y al grupo familiar, especialmente a los menores; el programa ‘Fecunda’, con el propósito de fomentar el voluntariado y a la protección de las personas dependientes y enfermos; el programa ‘Valora’, dirigido a la familia, al reconocimiento social de la familia, y a la formación de la juventud; también desarrollamos programas de cooperación al desarrollo, orientado a países en vías de desarrollo.

- ¿En qué consiste el programa ‘Aporta’?

- El programa lleva ocho años funcionando. Antes había muchas mujeres inmigrantes en Murcia, si bien ahora ha descendido el número. Veíamos que precisaban de una integración y, por otra parte, podían presentar problemas de integración en nuestra sociedad, sobre todo por falta de formación, además de la diferencia de mentalidades.

- ¿Realizáis alguna actividad concreta en dicho programa?

- Tenemos una bolsa de trabajo e impartimos talleres de formación; así, por ejemplo, en el pasado año se formaron un total de 209 mujeres en mantenimiento del hogar, protocolo, repostería murciana y legislación.

- ¿Qué perfil de mujeres atienden?

- De diferentes nacionalidades. Refiriéndonos al 2012, predominaban las mujeres suramericanas; el 40% eran bolivianas y el 33%, de Ecuador. Un 6% eran marroquíes y, en igual porcentaje, colombianas. El pasado año se inscribieron un total de 774 mujeres buscando empleo. Nuestra entidad realiza tareas de mediación en la búsqueda de puestos de trabajo.

- ¿Cómo funciona el voluntariado?

- Es muy fuerte; más de 500 voluntarios participaron el año pasado en tareas de formación y atendimos a más de un millar de menores. Mantenemos una ludoteca en Santa Lucía (Cartagena), en el Hospital Morales Meseguer y en las Hermanitas de los Pobres, entre otros. Los voluntarios también reciben una formación específica en cuidados paliativos y ayuda a personas mayores. Reciben una formación específica, según las tareas que van a desempeñar. El año pasado se beneficiaron del trabajo de los voluntarios un total de 1.437 personas.

- ¿En qué consiste el programa ‘Valora’?

- Ayudamos a promocionar iniciativas novedosas y establecemos convenios con clubes juveniles para desarrollar sus actividades.

- ¿Cuántos clubes se han beneficiado de vuestra ayuda?

- Tres clubes de distintos puntos de la Región. Atendemos principalmente las acciones lúdicas, deportivas y formativas.

- ¿Adónde cree que va esta sociedad?

- Ahora mismo estamos viviendo muchos cambios y estamos abrumados por la crisis, pero creo que a la larga va a ser para bien. Las personas se están volviendo más sobrias y más solidarias. Yo soy optimista y creo que saldremos mejorados de la crisis.