Miranda pierde 500 inmigrantes en 2012, la mayoría de origen portugués

El Correo, CRISTINA ORTIZ, 21-01-2013

La crisis económica sigue golpeando a la población extranjera, que ha tratado de frenar el golpe sin moverse, sin cambiar de entorno. Pero muchos ya se lo están empezando a plantear. En el último año, medio millar de inmigrantes se ha borrado del padrón de la ciudad y de ellos, llamativamente, 400 eran portugueses, muy vinculados a la construcción.

Una singularidad de Miranda que no tiene traslación al resto de la provincia, según José Luis Lastra, coordinador de la Mesa Diocesana de Pastoral por Inmigrantes, que ha tratado de plasmar la situación general de este colectivo en el ‘Mapa Diocesano de la Inmigración 2012’. «Esto hace que la presencia europea sea mucho más fuerte que en otros puntos», apuntó.

Y ha provocado también que, en proporción, hayan marcado una pérdida mayor de inmigrantes que las que se han registrado en otras localidades de Burgos. Aunque sí que responden al criterio que se apunta en su estudio de que «los que se han marcado, en general, son los que pueden volver cuando quieran».

Los que salen son, fundamentalmente, gente de la Unión Europea que tiene la puerta abierta; y algunos que tienen tarjetas y, por tanto, para los que será más fácil retornar en unos años o también si en sus países la cosa no les va bien. «Algunos van a probar, con la idea de volver si nos les sale bien», valoró.

Se mantienen rumanos, marroquíes, y bajan un poco las cifras de latinoamericanos, sobre todo de ciudadanos de Ecuador y Colombia, pero más que porque se marchen, porque han adquirido la nacionalidad española. «Son unas bajas un poco tramposas». Estos, apunta Lastra, también acaban influyendo en la estadística que cuantifica los nacionales que emigran a otros países. «Se están marchando personas de origen latinoamericano pero con pasaporte ya español. Suponen un tercio de los que salen. Parte de los que están llegando a Alemania son ecuatorianos y colombianos, pero a su vez españoles».

Por otro lado, llama la atención la menor presencia en Miranda de búlgaros, colectivo muy amplio en el conjunto de la provincia y que aquí está representado por 97 personas. Un número que sería inferior a la media por habitantes. «Es una nacionalidad muy incrustada en Castilla y León, más que en el resto de España pero en Miranda no. Posiblemente sea porque, fundamentalmente, se dedican a agricultura y ganadería y aquí no tienen muchos lugares en los que trabajar en ese ámbito. No así en otros pueblos o puntos de la Ribera del Duero, por ejemplo», explicó.

Primer año de descenso

A nivel provincial estima que éste es el primer año en el que se empieza a notar un disminución de inmigrantes en la provincia. Si bien no tiene claro que la tendencia se vaya a consolidar en los próximos ejercicios ya que «están viniendo personas de otras puntos del país donde están peor que nosotros. La tasa de paro de la población extranjera en Burgos es de un 26%, cuando hay zonas en las que alcanza hasta el 40 y el 50%. Hay mucho trasiego sin salir de España», recalcó.

Pero es que además, está convencido de que hay una mayoría silenciosa de inmigrantes que están «viviendo, conviviendo, sufriendo y que intentan aguantar como los demás. Sobre todo, cuanto tienen hijos y echan raíces, porque es muy difícil para ellos retornar a su país», zanjó.

En Miranda, en estos momentos, hay hasta 61 nacionalidades distintas incorporadas al padrón (62 si incluimos la española). Entre todas suman 4.524 ciudadanos, de una población cercana a los 38.000 habitantes. Un número notablemente inferior al de hace dos años, cuando los extranjeros censados eran 5.334. Pero si echamos la vista atrás otros tres años más, en 2007 su número era inferior al actual: 4.187.

Evidentemente, pese a la marcha del último año, siguen destacando de entre todas las nacionalidades los portugueses. Hay 1.242. Son los únicos que alcanzan una cifra de cuatro dígitos. Solo otros dos países superan el medio millar: Rumanía, con 731, y Marruecos, con 618. Los ecuatorianos son 291 y los colombianos, 121.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)