Un grupo de vecinos de Marsella ataca y quema un campamento ilegal de varias familias de gitanos

Los habitantes del lugar defienden que la expulsión fue pacífica, pero las chabolas fueron quemadas

Diario de noticias de Alava, EFE, 29-09-2012

Roma. El presidente de la Liga de los Derechos Humanos de Francia, Pierre Tartakowsky, criticó ayer la “regresión extremadamente grave” que supone la expulsión de un campamento de gitanos realizada la noche del jueves por los vecinos del barrio del norte de Marsella donde se habían instalado. Esta acción “no surge por casualidad y es extremadamente inquietante”, manifestó Tartakowsky, al denunciar la expulsión de varias familias de gitanos en las proximidades de la Cité de los Créneaux, que culminó con el incendio de sus chabolas.

“Cuando la gente comienza a hacer justicia por su cuenta es el retorno a la ley de la jungla”, subrayó Tartakowsky, quien denunció la “violencia extremadamente bárbara” de la que fueron víctima alrededor de cuarenta gitanos, entre ellos, destacó, ancianos y niños. Lo ocurrido demuestra “que a fuerza de expulsar de manera legal, y muy brutal, los campamentos de romanís”, se da a la opinión pública la idea de que los gitanos “no son gente como los demás y pueden ser tratados de cualquier manera”, basta con que haya motivos “reales o supuestos” de exasperación de una población, explicó.

Desde este verano, el Gobierno socialista francés ha desmantelado numerosos campamentos gitanos, acciones que la Comisión Europea considera que se realizan legalmente y no son ya, como en tiempos del presidente conservador Nicolas Sarkozy, operaciones dirigidas colectivamente contra esa minoría de ciudadanos europeos, principalmente rumanos y búlgaros. El diario regional La Provence informó ayer en su página web de que medio centenar de vecinos de la Cité de los Créneaux expulsaron y quemaron luego un campamento instalado hace cuatro días en un terreno de las proximidades y que la policía “solo pudo constatar los hechos y garantizar que no iba a producirse ningún desbordamiento”.

En declaraciones a televisiones y emisoras francesas, los habitantes que el jueves, hacia las 19.30 horas, echaron a los romanís, aseguraron que todo pasó “pacíficamente”. “No hubo ninguna agresividad ni ningún incidente”, señaló un vecino al canal BFM, mientras otro comentaba en France Info la exasperación colectiva luego de haber solicitado repetidas veces a las más diversas autoridades locales competentes que resolviesen el problema que les planteaba ese campamento.

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