MADRID – Hoy ya hace cinco días que Mirabela Vidrascu no ve a su hijo, Gabriel, de tan solo 12 años. La desesperación y la incertidumbre se están apoderando de ella, que ya no sabe qué hacer para volver a ver la cara de su pequeño sano y salvo. «Quien lo tenga que nos llame, que hable con nosotros, estamos dispuestos a lo que sea», asegura la mujer, que ya no sabe a qué agarrarse. La familia Vidrascu, de origen rumano y residente en Vicálvaro denunció el pasado lunes su desaparición ante la Policía.

Ese día Gabriel bajó solo a un parque cercano a su casa para encontrarse con unos amigos, pero nadie llegó a verlo después. Los familiares relacionan su desaparición con una discusión que mantuvo el pequeño con otros niños de etnia gitana el pasado jueves en el parque de la Vicalvarada, muy cerca de su casa.

Se peleó en un parque
Según explicaron, los chicos se pelearon y uno de ellos fue a llamar a su padre, que apareció junto a varios hombres «con perros, bates de béisbol y barras de hierro». Entonces, Gabriel y sus padres se refugiaron en su casa. «Hasta entraron hasta el portal amenazantes con los perros», señalaron. Al día siguiente, interpusieron una denuncia por estos hechos ante la Policía Nacional, por lo que algunos familiares temen que hayan querido vengarse de la denuncia. Todo volvió, supuestamente, a la normalidad hasta que el lunes echaron en falta al pequeño Gabriel.
Había salido de casa a jugar al parque con un pantalón corto, una camiseta corta y unas zapatillas. No se llevó ni  dinero ni comida ni el pasaporte, por lo que no podría mantenerse muchas horas él solo. Unas horas después, los padres del chico –Ginel y Mirabela– denunciaron su desaparición ante la Policía. Los familiares aún no han recibido ninguna llamada del niño y   piensan que ha sido «raptado» u obligado a fugarse, por lo que piden colaboración ciudadana para dar con él. Han empapelado el entorno y varias estaciones de Metro con su foto.